Economía, Nacionales

El gobierno piensa pedir nuevo canje

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Caputo analiza un canje de deuda ante la falta de dólares para los pagos de enero

El Ministro de Economía busca que el Senado apruebe el Presupuesto esta semana para eliminar las restricciones de la «Ley Guzmán».

Sin fondos asegurados, la estrategia ahora es postergar vencimientos ofreciendo tasas más altas a los acreedores.

El escenario financiero para el inicio de 2026 ha forzado un giro drástico en la estrategia de Luis «Toto» Caputo.

Tras meses de asegurar que contaba con los fondos necesarios para afrontar los compromisos de deuda, el Ministro de Economía ahora presiona para una aprobación inmediata del Presupuesto.

El objetivo: desactivar los candados legales que le impiden realizar un canje de deuda ante la urgencia de cubrir USD 4.700 millones que vencen en enero.

El fin de las «bravuconadas»

A pesar de las promesas oficiales sobre préstamos de bancos internacionales y la activación de swaps con China y Estados Unidos, la realidad contable se impuso.

El equipo económico, liderado por Caputo y el secretario de Finanzas, Alejandro Lew, trabaja contrarreloj para instrumentar un canje de, al menos, la mitad de los vencimientos inmediatos.

La maniobra consiste en ofrecer a los bonistas un alargamiento de los plazos a cambio de un incremento sustancial en las tasas de interés. Sin embargo, este movimiento choca hoy con la normativa vigente heredada de la gestión de Martín Guzmán.

El artículo 56: La llave del canje

La denominada «Ley Guzmán» establece que, para que un canje de deuda sea legal, el Estado debe mejorar al menos dos de tres condiciones: monto, tasa o plazo.

La intención de Caputo es mejorar únicamente la tasa (en beneficio de los acreedores), lo que actualmente está prohibido para evitar operaciones ruinosas.

La clave reside en el Artículo 56 del proyecto de Presupuesto. Bajo una redacción técnica y críptica, este artículo desarma el «triple candado» de Guzmán, permitiendo al Ejecutivo renegociar deuda sin cumplir con esas exigencias.

Por ello, Caputo pasó de coquetear con el veto a exigir que el Senado sancione la ley tal como vino de Diputados, sin cambios que demoren su aplicación.

Tensiones políticas y el factor YPF

La urgencia de Caputo ha generado ruidos internos en el oficialismo. Mientras el ministro intentó hasta último momento incluir recortes a las leyes de financiamiento universitario y de discapacidad (el polémico Capítulo 11 que fue rechazado), finalmente debió ceder ante la necesidad imperiosa de tener la herramienta para la deuda.

  • Riesgo de embargos: El equipo económico también trabaja con abogados para que los nuevos bonos del canje cuenten con blindaje legal, evitando posibles embargos derivados del juicio por la expropiación de YPF en Nueva York.
  • La interna legislativa: Diputados libertarios y aliados como Diego Santilli han manifestado su frustración por la falta de «muñeca política» del ministro, cuyas provocaciones parlamentarias estuvieron a punto de dejar al Gobierno sin ley de leyes.

El plan B de la Casa Rosada

Ante la imposibilidad de reincorporar los ajustes en el Senado sin que el proyecto deba volver a Diputados, en el entorno del presidente Javier Milei ya se baraja una alternativa: un decreto posterior.

Una vez sancionado el Presupuesto, el Ejecutivo podría intentar anular mediante DNU las leyes de financiamiento universitario y de discapacidad, buscando saldar la disputa fiscal que Caputo no pudo resolver en el Congreso.

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