Economía, Nacionales

Cambio Estructural para los Importadores Argentinos

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La Nueva Ley China que Prohíbe Licencias Prestadas

Una nueva y estricta normativa del Gobierno chino, la STA N° 17/2025, ha entrado en vigor este miércoles, marcando un antes y un después para el comercio exterior argentino.

La ley prohíbe el uso de licencias de exportación prestadas, obligando a las empresas chinas a despachar sus productos al exterior únicamente con un permiso propio, lo que genera una inmediata necesidad de reestructuración para los importadores argentinos y enciende las alarmas sobre riesgos financieros y operativos.

La medida busca una mayor transparencia y trazabilidad fiscal en las exportaciones chinas, pero su impacto en Argentina es significativo.

Según datos de la consultora Jidoka, se estima que alrededor del 50% de las empresas chinas que venden a Argentina operaban históricamente utilizando licencias de terceros.

“Históricamente, la mitad de los envíos desde China se realizaban con licencias prestadas, una práctica que ahora queda prohibida”, explicó a Infocampo Gabriel Salomón, director comercial de Jidoka.

Riesgos Financieros: Mercadería en Peligro

El cambio estructural impone un riesgo financiero inminente para los importadores argentinos. Salomón advirtió que las “empresas que paguen anticipos a proveedores chinos sin verificar que tengan licencia de exportación válida podrían perder toda su inversión, ya que la mercadería no podrá ser despachada”.

Los sectores más afectados incluyen aquellos donde la práctica era habitual para ofrecer precios más competitivos, como la importación de automóviles, teléfonos y motocicletas.

La exsecretaria de Comercio Exterior, Marisa Bircher, consultada por Juan Marcos Pollio en Ámbito, señaló que la medida «refleja un giro de China hacia un control más estricto de su comercio exterior y de la trazabilidad fiscal de sus exportadores».

Reestructuración Operativa y Alternativas

La normativa obliga a las empresas locales a reestructurar sus vínculos comerciales, priorizando la búsqueda de proveedores con licencia directa y adaptando los tiempos de negociación, lo que podría generar incertidumbre sobre costos y demoras iniciales.

Como alternativa para mitigar el impacto, se recomienda trabajar con oficinas de trading locales en China, que pueden actuar como intermediarias, comprando los productos al fabricante y exportándolos legalmente bajo su propia habilitación.

Una Oportunidad de Transparencia a Largo Plazo

A pesar de las complicaciones a corto plazo, expertos vislumbran beneficios a futuro. Bircher destacó que la nueva ley ofrece la oportunidad de «avanzar hacia una operatoria más transparente y con relaciones más estables con los productores chinos».

Jorge Berciano, fundador de la consultora Unexar, relativizó el impacto para la gran mayoría de las empresas, señalando que «en general no debería haber inconvenientes» ya que «casi el 80% de las mercaderías originarias de China tienen como destino la industria (bienes de capital, materias primas, insumos, repuestos) y son exportadas por los fabricantes de las mismas».

Un empresario consultado por Ámbito coincidió, sugiriendo que la complicación mayor solo podría afectar a «muy pequeñas empresas que trabajen con algún ‘trader’ en el exterior que no tenga el registro de habilitación de exportación».