Escalada de Acercamiento Militar con Reino Unido: Defensa y el Hermetismo por Malvinas
El Gobierno nacional ha profundizado su política de acercamiento con el Reino Unido, llevando la relación a un nuevo nivel en el ámbito militar.
Esta estrategia, que genera incomodidad y críticas en sectores castrenses y diplomáticos, se desarrolla con un notorio hermetismo, especialmente ante la persistencia del reclamo por la soberanía de las Islas Malvinas.
Fuentes de alto rango militar confirmaron a LPO un movimiento clave: la Embajada británica convocó a miembros de las Fuerzas Armadas argentinas a un encuentro reservado para abordar «temas vinculados a nuestras estrategias de combate».
Un alto mando detalló que se solicitó a Defensa designar personal específico: «uno por inteligencia, otro por Infantería de Marina, otro por Doctrina y otro por Educación», manteniendo el encuentro «bajo siete llaves».
Conferencia “Encubierta” con Funcionarios Británicos
En paralelo, el Ministerio de Defensa impulsa una actividad académica con funcionarios británicos en la Universidad Nacional de Defensa (UNDEF).
La charla, titulada «Perspectivas y lecciones del conflicto en Ucrania», se anuncia como abierta, pero su difusión se limitó a un correo interno para docentes universitarios, sin ser publicada en redes sociales.
«No se animaron a difundirla públicamente», aseguró a LPO un militar en actividad. La conferencia, que se realizará el jueves de 10 a 12.30 en la sede de la UNDEF en la Ciudad de Buenos Aires, analizará «uno de los conflictos bélicos más avanzados en términos tecnológicos».
La falta de publicidad subraya la cautela del Gobierno en hacer públicos estos acercamientos, que chocan con la retórica oficial de reclamo por Malvinas, aunque en los hechos «desactiva» la disputa.
El Giro Diplomático, la OTAN y las Sospechas de Base en Ushuaia
Este giro diplomático se interpreta como una confirmación del alineamiento automático con la OTAN, que tiene al Reino Unido como pieza fundamental.
El acercamiento se da en un contexto de especulaciones sobre posibles condiciones de Estados Unidos para otorgar un préstamo del Tesoro, incluyendo la habilitación de una base militar en Ushuaia.
Desde la asunción del Gobierno libertario, se han intensificado las visitas de militares estadounidenses a la zona.
La histórica alianza entre EE.UU. y Gran Bretaña sugiere que toda actividad en el Atlántico Sur debe contar con el aval británico, dada la importancia estratégica de Malvinas como base de la OTAN.
Este giro representa un duro golpe al corazón del reclamo por la soberanía, generando un malestar creciente en ámbitos militares, diplomáticos y entre agrupaciones de ex combatientes.
Indisimulable Desactivación del Reclamo
La política exterior reciente evidencia una desactivación práctica de la causa Malvinas. LPO ya había revelado la preocupación generada por la foto del Presidente con la presidenta de Kosovo, país que Argentina no reconoce por el principio de integridad territorial.
Esto es especialmente sensible dado que el acuerdo entre Kosovo y Reino Unido permite la incorporación de efectivos kosovares a la unidad británica que rota en el Atlántico Sur y se despliega en Malvinas para ejercicios militares.
A esto se suma que el Presidente no hizo ninguna mención a la empresa israelí que opera ilegalmente en Malvinas durante su reunión con Benjamín Netanyahu en la ONU, lo que generó un duro comunicado de la propia Cancillería.
Concesiones y Hermetismo
Las concesiones a los británicos no son nuevas. Semanas atrás, el ministro Guillermo Francos recibió al nuevo embajador David Cairns, un ex vicepresidente de la petrolera noruega Equinor, que tiene concesiones de exploración en la plataforma continental argentina.
Un punto crítico revelado por LPO fue la compra de los cazas F-16, donde el ministro de Defensa, Luis Petri, permitió que las aeronaves no tuvieran radares con el alcance necesario para una operación militar sobre las Malvinas, generando profundo malestar en las Fuerzas Armadas.
El Gobierno mantiene una metodología de hermetismo en su relación con el Reino Unido y en temas militares, como la reciente autorización del ingreso de Fuerzas Navales de Operaciones Especiales del Comando Sur de Estados Unidos sin pasar por el Congreso. La decisión de abandonar en los hechos toda discusión por la soberanía de las islas se produce sin debate legislativo.
