CARBAP critica la jugada de Caputo y cerealeras que «dejó de lado a los productores»
Carlos Bilbao, Tesorero de la Confederación de Asociaciones Rurales de Buenos Aires y La Pampa (CARBAP), expresó un fuerte descontento con la reciente maniobra del Gobierno y las empresas cerealeras, que ofreció una baja temporal de retenciones a cero, pero que se ejecutó sin beneficiar significativamente a los productores agropecuarios.
En diálogo con el programa ¿Quién miente? por Radio Rivadavia Necochea, Bilbao calificó la medida como una «sorpresa total» que generó un «simbronazo impresionante» en los mercados y que, tras su corta vigencia, terminó dejando a los productores al margen de las ganancias.
La letra chica y el enojo del sector
Bilbao explicó que el decreto que establecía la baja temporal a cero de las retenciones no solo tenía un plazo hasta el 31 de octubre, sino que también estipulaba un tope de $7.000 millones de dólares en el equivalente a tonelaje que los exportadores debían anotar.
«La conclusión es que, en apenas 72 horas de vigencia, un poco menos en realidad, los exportadores anotaron los $7.000 millones«, sentenció Bilbao.
El Tesorero de CARBAP hizo hincapié en la confusión generada por la diferencia entre la anotación de las exportaciones futuras y la compra real de mercadería a los productores.
«Los exportadores anotan las exportaciones que van a hacer a futuro… pero no tiene nada que ver con que hayan comprado a los productores la mercadería», aclaró Bilbao.
El dirigente rural ilustró la situación con un ejemplo: «Yo le puedo vender a una persona diez botellas de salsa de tomate aunque yo no las tenga, te vendo diez y bueno, vení dentro de unos días o yo te la llevo».
Ganancia para exportadores, desazón para productores
Según Bilbao, los exportadores declararon el equivalente a $7.000 millones de dólares en ventas futuras sin pagar retenciones, pero la compra real de granos a los productores fue mínima en comparación.
«Compraron unos 2.400.000 toneladas más o menos, que son unos $900 o $1.000 millones de dólares, o sea, un siete, ocho o diez por ciento de lo que declararon que iban a vender«, detalló.
El Tesorero afirmó que los exportadores lograron comprar esta producción a unos $30 o $40 más barato de lo que podrían haberlo hecho, lo que les permitirá «ganar un montón de plata con todo este tema, pero no los productores».
Acusación directa: «Nadie pensó en los productores»
Bilbao concluyó su crítica apuntando directamente al Ministerio de Economía. «Claramente, en el Gobierno y en Economía, nadie pensó en los productores. Lo que pensaron era solamente juntar la plata», aseveró.
El enojo es importante, remarcó, porque se podría haber planteado que el decreto cumpliera la Ley Martínez Raymonda, que exige tener los certificados de la mercadería comprada para poder anotar una exportación.
«Vos tenés que anotar lo que tengas comprado, si no no la podés anotar», finalizó Bilbao, sugiriendo que la falta de esta condición fue una omisión deliberada que facilitó la especulación de las cerealeras a costa del productor agropecuario.
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