«El 27 de octubre pasamos a la oposición»
El expresidente Mauricio Macri lanzó una advertencia directa a la Casa Rosada: si no logra imponer a sus propios dirigentes en el Gabinete, el PRO pasará a la oposición inmediatamente después de las elecciones del 26 de octubre.
La amenaza fue deslizada primero a sus referentes partidarios en la sede de San Telmo y, acto seguido, a dirigentes con peso propio que supieron formar parte de su espacio.
«Fue un ultimátum a Milei», afirmó a LPO uno de los dirigentes que recibió el mensaje de Macri, quien exige la designación del excanciller Federico Pinedo y lugares clave para hombres de su extrema confianza como Guillermo Dietrich y Javier Iguacel, entre otros.
La puja por los cargos y el castigo interno
La movida de Macri busca, además de garantizarle poder propio en el Gobierno, «castigar» a dirigentes del PRO como Cristian Ritondo, Diego Santilli, y Guillermo Montenegro, a quienes acusa de haber negociado con la Casa Rosada «por las suyas» sin su aval.
Las versiones sobre un posible pacto entre el gobierno y Macri tomaron fuerza luego de un reciente encuentro donde el jefe de Gabinete, Guillermo Francos, invitó al expresidente a posar juntos. Sin embargo, en el círculo rojo libertario la jugada genera dudas.
«Va a tener muy pocos legisladores, ¿Cuál sería el sentido de cerrar con Macri?», se preguntó un ex macrista, poniendo en evidencia la escasa capacidad de Macri para mejorar la posición del Gobierno en un Congreso adverso.
La alternativa de Santiago Caputo: Gobernadores y sin Macri
Ante este panorama, el influyente asesor presidencial Santiago Caputo evalúa una estrategia alternativa: acordar directamente con los seis gobernadores de Provincias Unidas, ofreciéndoles espacios de poder en el Gabinete.
Caputo no descarta asumir él mismo como jefe de Gabinete si eso implica obtener poder real y desplazar a la familia Menem de la relación con el Congreso y las provincias. No obstante, esta opción no convence del todo a los gobernadores.
«¿Por qué nos sumaríamos a un gobierno que acaba de perder las elecciones?», se preguntó un dirigente clave de ese sector, poniendo la mira en la delicada situación electoral del oficialismo.
La Casa Rosada necesita que la diferencia en la Provincia de Buenos Aires no supere los siete puntos para mantener vivas sus chances de imponerse a Fuerza Patria en el recuento nacional.
El «fleje sinuoso» de Schiaretti
Un capítulo aparte es el del cordobés Juan Schiaretti, quien mantiene una relación sinuosa con el oficialismo. Si bien al inicio del Gobierno consiguió un acuerdo importante que le garantizó las carteras de Obras Públicas, Enohsa, Transporte y Anses, ese pacto se rompió cuando sus diputados votaron contra el oficialismo.
Ahora, el Gobierno evalúa la posibilidad de devolverle esos cargos e, incluso, no descartan apoyarlo para presidir la Cámara de Diputados en reemplazo de Martín Menem.
«Una locura», afirmó un dirigente que no comparte la movida, señalando que gran parte de estas «alquimias» tienen el respaldo de Karina Milei, la gran perjudicada por el reacomodamiento de fuerzas.
