Karina Milei se impuso a su hermano y el Gobierno no anuncia cambios de gabinete tras la derrota en las elecciones
A pesar de la contundente derrota en las recientes elecciones bonaerenses y la creciente presión del mercado, el gobierno de Javier Milei anunció la creación de una «mesa política», una medida que generó sorpresa y críticas.
El anuncio se dio a conocer luego de dos reuniones de gabinete en las que se esperaban cambios ministeriales, especialmente la salida de Lule Menem, una figura cuestionada dentro de la propia administración.
El portavoz presidencial, Manuel Adorni, confirmó que la mesa estará integrada por Javier Milei, su hermana Karina, Guillermo Francos, Santiago Caputo, Patricia Bullrich, Martín Menem y él mismo.
La decisión causó revuelo, ya que estos mismos funcionarios se reúnen regularmente desde hace meses, lo que llevó a muchos a cuestionar la novedad de la iniciativa.
La falta de cambios en el gabinete, a pesar de la debacle electoral y la crisis económica, se interpreta como una victoria de Karina Milei, quien, según trascendió, se opuso a la salida de Lule Menem.
«Es la Mesa con Hambre», ironizaron fuentes del gobierno en referencia a la crisis que atraviesa el oficialismo.
Rechazo y críticas a la mesa política
La convocatoria al diálogo a los gobernadores, anunciada junto con la mesa política, recibió un rápido rechazo.
El gobernador de Santa Fe, Maxi Pullaro, se pronunció en Twitter menos de una hora después del anuncio, desestimando la invitación.
La decisión del gobierno se da tras una serie de derrotas legislativas que dejaron a la administración en una situación de debilidad política.
Según trascendió, el consultor Santiago Caputo había propuesto un reordenamiento del gabinete con la inclusión de figuras del PRO y del peronismo no kirchnerista, buscando una «unidad nacional» que evitara una mayor crisis.
Sin embargo, esta propuesta no prosperó, lo que reafirma la influencia de Karina Milei en las decisiones del presidente y la inmovilidad del gobierno ante la necesidad de reestructurar su equipo.
La presión del mercado y la decepción en el oficialismo
La decisión de no realizar cambios generó un fuerte descontento en el ala económica del gobierno.
Un funcionario de ese sector advirtió que «Javier tiene 72 horas para hacer los cambios, después nos lleva puesto el mercado», en un lunes que ya había sido de fuertes turbulencias.
Dentro del oficialismo, la bronca también se dirigió a un encuestador cercano a la Casa Rosada, a quien se le atribuye haberle asegurado al presidente un «empate técnico» con el peronismo en las elecciones, una proyección que se alejó por completo de los resultados finales.
La situación actual, con un gobierno que parece paralizado y un presidente que no puede o no quiere confrontar a su hermana, recuerda a las crisis que atravesó el macrismo, que también intentaba surfear las dificultades con reuniones masivas de funcionarios en lugar de tomar decisiones de fondo.
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