Milei logró sostener el rechazo con ayuda de aliados clave
En una jornada de alta tensión legislativa, el Gobierno de Javier Milei logró un triunfo crucial en la Cámara de Diputados al sostener el veto presidencial al aumento de las jubilaciones.
La jugada fue posible gracias a una serie de abstenciones clave que achicaron el número necesario para el oficialismo, permitiendo que la medida fuera bloqueada con solo 83 votos.
El resultado se definió por un puñado de legisladores que, con sus abstenciones y ausencias, permitieron que La Libertad Avanza consiguiera el tercio necesario para blindar el veto.
La más destacada fue la de María Eugenia Vidal, quien semanas atrás había criticado la falta de respuesta a los jubilados.
Su abstención, junto con la de la entrerriana Marcela Antola (vinculada al gobernador Rogelio Frigerio), fue determinante.
Otro apoyo fundamental provino del bloque de Misiones, cuyos cuatro diputados—Alberto Arrúa, Carlos Fernández, Yamila Ruiz y Daniel Vancsik—se abstuvieron, siguiendo la línea de su jefe político, Carlos Rovira.
La decisión generó fuertes críticas. Durante el debate, el formoseño Fernando Carbajal interpeló a sus pares, advirtiendo que «es una forma de corrupción cambiar ATN por jubilados», en alusión a supuestas negociaciones.
Denuncias de «traición» y negociaciones espurias
La votación se desarrolló en un clima de fuertes acusaciones. El radical Pablo Juliano fue categórico al denunciar lo que llamó una «traición» a los jubilados.
«Si vos venís a transfuguear tu voto acá y traicionás a los jubilados que no pueden llegar a fin de mes, no sos digno de estar sentado en estas bancas», sentenció.
Por su parte, el jefe del bloque peronista, Germán Martínez, se sumó a las críticas deslizando que algunos legisladores «ayudaron» a habilitar el debate para luego «mirar para otro lado».
En un momento del debate, interrumpió a su compañero de bancada, Itai Hagman, para asegurar que «los derechos de los jubilados no pueden estar arriba de ninguna mesa de negociación».
Además de las abstenciones, el veto se vio beneficiado por las ausencias de legisladores como la macrista Silvia Lospennato, el rionegrino Agustín Domingo (vinculado a Alberto Weretilneck) y el formoseño Gerardo González, este último relacionado con el gobernador Gildo Insfrán.
La interna radical y la votación
La votación también evidenció las fracturas dentro de la Unión Cívica Radical. Si bien el jefe de bloque, Rodrigo de Loredo, votó a favor del aumento junto a ocho de sus colegas, el apoyo no fue suficiente.
De Loredo, que había sido criticado durante el debate por el diputado del FIT Christian Castillo («De Loredo, felpudeaste todo el año, ahora hay que votar a favor o en contra»), no logró alinear a todo su bloque.
Algunos radicales se abstuvieron o votaron en contra, en lo que se interpretó como una señal de la influencia de gobernadores provinciales como Alfredo Cornejo (Mendoza), Leandro Zdero (Chaco) y Rogelio Frigerio (Entre Ríos).
Entre quienes se alinearon con el Gobierno figuran los mendocinos Lisandro Nieri y Pamela Verasay, el chaqueño Gerardo Cipolini y el entrerriano Atilio Benedetti.
De esta manera, el aumento del 7,2% a las jubilaciones y el bono extra no prosperaron, dejando a los jubilados sin la posibilidad de una mejora en sus ingresos.
