El Consejo de la Magistratura avanza en la suspensión y remoción del juez marplatense Martín Poderti
El Consejo de la Magistratura, a través de su Comisión de Acusación, decidió por unanimidad avanzar con la suspensión y el inicio del proceso de remoción del juez del Tribunal Oral Federal de Mar del Plata, Martín Poderti. La medida surge a raíz de una grave acusación por el robo de 144 monedas de oro que estaban bajo su custodia.
La comisión, con los votos de sus seis integrantes (Luis Juez, Alberto Maques, Rodolfo Tailhade, César Grau, María Fernandez Vázquez y Alvaro Gonzalez), adhirió al dictamen que acusa a Poderti de “mal desempeño que determina un grave desorden en su conducta”.
Ahora, el Plenario del Consejo de la Magistratura deberá ratificar la suspensión para que se concrete el tramo final del proceso administrativo, que culminará con un jury de enjuiciamiento.
La investigación por las monedas de oro
La causa contra Poderti se originó en el departamento judicial de San Martín. La investigación detalla que, mientras se desempeñaba como secretario del juzgado federal 2 de San Isidro, el magistrado habría sustraído 144 monedas de oro que pertenecían a la causa por narcotráfico del empresario Gustavo Sancho.
Las monedas, incautadas durante el Operativo Quijote, se encontraban en la caja de seguridad 8-44 del Banco Nación de San Isidro, cuya única llave estaba en poder de Poderti.
Según el fiscal Paulo Starc, se pudo constatar que entre diciembre de 2019 y febrero de 2023, el juez ingresó 19 veces a la caja de seguridad. Las monedas robadas incluyen:
- 59 Krugerrand.
- 28 monedas mexicanas de 50 pesos.
- 54 libras esterlinas (soberano).
- 2 monedas de 100 Soles.
- 1 moneda de 100 Yuanes.
El faltante se descubrió en abril del año pasado, cuando el reemplazante de Poderti en el juzgado de San Isidro intentó devolver los bienes a su legítimo dueño, Roberto Tamborini, quien había sido sobreseído.
En julio del año pasado, se allanó el despacho de Poderti en el Tribunal Oral Federal de Mar del Plata, su auto y su departamento en Playa Grande.
El descargo del juez
En su defensa, Poderti argumentó que los robos que sufrió en su domicilio lo llevaron a guardar documentación laboral en la caja de seguridad del banco, y que sería “absurdo y casi burdo” haber dejado evidencia si su intención era robar. Afirmó que era un funcionario honesto con 31 años de carrera judicial y que no había explicación para que, si hubiera robado, dejara otros elementos de valor como lingotes de oro, un reloj Rolex y anillos. Finalmente, dejó entrever que los robos y la acusación podrían ser una venganza por haberse “metido con mafias”.
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