La hambruna en Gaza se agrava y amenaza la vida de corresponsales de guerra
La crítica situación humanitaria en la Franja de Gaza ha escalado a niveles de hambruna generalizada, afectando no solo a la población local sino también a los periodistas que cubren el conflicto.
La escasez de alimentos y recursos ha llevado a una situación desesperante, con el fotoperiodista palestino Bashar Taleb, corresponsal de France-Presse (AFP), advirtiendo públicamente sobre su incapacidad para seguir trabajando debido al hambre.
«Ya no tengo fuerzas para trabajar en los medios. Estoy delgado y ya no puedo trabajar», publicó Taleb en sus redes sociales esta semana, un testimonio desgarrador que subraya la gravedad de la crisis.
Este clamor se une a una alarma global, emitida por más de 100 organizaciones humanitarias, incluyendo a Save the Children, Oxfam y Médicos Sin Fronteras, que 48 horas después denunciaron una «hambruna masiva» en Gaza.
La ONU advierte sobre la magnitud de la crisis
Las Naciones Unidas han alertado en los últimos días que más de dos millones de palestinos en Gaza enfrentan una crisis de hambruna, con un aumento diario de muertes por desnutrición tanto en adultos como en niños.
Esta situación se ve agravada por las dificultades en la distribución de ayuda humanitaria y la calidad nutricional de la misma.
La Fundación Humanitaria de Gaza (FGH), un grupo respaldado por Israel y Estados Unidos, ha afirmado haber distribuido 91 millones de unidades de comida, principalmente a través de cajas con alimentos.
Sin embargo, especialistas cuestionan el valor nutricional de esta asistencia. Las autoridades israelíes, por su parte, mantienen que están facilitando la entrada de ayuda humanitaria y actuando conforme al derecho internacional.
Periodistas de AFP al borde del colapso
La Sociedad de Periodistas de AFP ha emitido un comunicado urgente, advirtiendo que, sin «una intervención inmediata, los últimos reporteros en Gaza morirán».
En sus 80 años de historia, la agencia nunca había enfrentado la posibilidad de que uno de sus corresponsales muriera de hambre.
Bashar Taleb, de 30 años, ha sido un pilar en la cobertura de la ofensiva israelí desde 2010, trabajando como colaborador, fotógrafo independiente y, desde 2024, como fotógrafo principal.
Su trabajo ha documentado las víctimas del hambre y la violencia, y a pesar de recibir un salario mensual de AFP, la realidad en Gaza es que «no hay nada que comprar, o los precios son completamente exorbitantes».
Además, el sistema bancario ha colapsado, y el cambio de dinero entre cuentas en línea y efectivo puede implicar comisiones de casi el 40%.
«Nos negamos a verlos morir», añade la nota de los periodistas de AFP. «Nos arriesgamos a enterarnos de sus muertes en cualquier momento y esto es insoportable».
Dudas sobre la calidad de la ayuda alimentaria
La cadena inglesa BBC ha puesto en tela de juicio el aporte nutricional de las cajas de ayuda que llegan a Gaza.
Fotografías analizadas por BBC Verify muestran que la ayuda consiste principalmente en alimentos secos como pasta, garbanzos, lentejas y harina de trigo, que requieren agua y combustible para su cocción, recursos escasos en la Franja.
El profesor Stuart Gordon, de la London School of Economics, experto en desarrollo de cooperación internacional, analizó la lista de alimentos proporcionada por la FGH y, si bien reconoció que podrían aportar las calorías necesarias para la supervivencia, señaló graves deficiencias.
«En esencia, esta cesta proporciona un estómago lleno, pero una dieta vacía», afirmó Gordon. «El mayor defecto es lo que falta. Esta es, en esencia, una canasta de alimentos de ‘primeros auxilios’, diseñada para detener el efecto devastador del hambre aguda».
Sin embargo, advirtió que una dieta como esta durante semanas podría provocar «hambre oculta», aumentando el riesgo de enfermedades como la anemia y el escorbuto.
La situación en Gaza continúa deteriorándose, con un llamado desesperado de ayuda que resuena desde el terreno, donde la lucha por la supervivencia se ha vuelto una constante diaria para todos, incluyendo a aquellos que arriesgan sus vidas para contar la historia.
