Más de $21 mil millones en cheques rechazados
La histórica papelera de Capitán Bermúdez enfrenta una crítica situación financiera, acumulando una deuda millonaria en cheques sin fondos y con un pedido de quiebra en curso. La incertidumbre crece entre sus empleados y el sector industrial.
Celulosa Argentina, la principal fábrica de papel del país con más de 90 años de trayectoria en su planta de Capitán Bermúdez, en el corazón del Cordón Industrial del Gran Rosario, atraviesa su momento más delicado.
La empresa, que supo sortear numerosas crisis económicas a lo largo de su historia, se encuentra ahora al borde del abismo con una deuda que supera los 21 mil millones de pesos en cheques rechazados.
Según un informe del Banco Central al que LPO tuvo acceso, la papelera acumuló desde mayo un total de 1.295 cheques rebotados por falta de fondos, encendiendo todas las alarmas en el mercado y entre sus acreedores.
Esta dramática situación se produce en un contexto de profunda crisis de competitividad que afecta al sector productivo argentino, marcada por el dólar planchado y la apertura de las importaciones.
Pedido de quiebra y un futuro incierto
La gravedad de la situación se hizo aún más evidente con el pedido de quiebra presentado por Tecmaco Integral, una empresa proveedora de grúas y equipos industriales.
Si bien el monto reclamado por Tecmaco es de 17 millones de pesos, una suma relativamente pequeña para la envergadura de Celulosa, la misma firma tiene cheques rechazados sin reclamar por 65 millones y otros 63 millones en cheques aún no vencidos, sumando una deuda total que ronda los 140 millones de pesos.
«Los cheques son créditos líquidos exigibles que habilitan a pedir la quiebra. Además, siendo Celulosa un sujeto concursal se pone en evidencia su cesación de pago, que se revela en la mora en el cumplimiento de las obligaciones. Pero no solo en la mora del crédito de Tecmaco, sino que en los 1.295 cheques rechazados sin fondos que informa el BCRA, que demuestran una imposibilidad sistemática de pago», explicó a LPO el abogado Matías Moriconi, representante de Tecmaco.
Intentos de salvataje insuficientes y preocupación en la región
Semanas atrás, el directorio de Celulosa Argentina había anunciado en la Bolsa de Comercio la decisión de desprenderse de gran parte del paquete accionario de los aserraderos Tapebicuá, uno de los más grandes del país con sede en Corrientes.
El objetivo era obtener liquidez para afrontar las deudas de próximo vencimiento, pero la medida no fue suficiente y las obligaciones financieras de la papelera no han cesado de crecer.
La situación de Celulosa genera una profunda preocupación en el Cordón Industrial. Se estima que la empresa debe más de 2 mil millones de pesos a Favaretto S.A., una importante empresa de montaje industrial que se encarga del mantenimiento y las paradas de planta de la fábrica.
Silencio y hermetismo
En medio de la crisis, las autoridades de Celulosa Argentina mantienen un hermetismo absoluto.
LPO intentó contactar a José Urtubey, uno de los directivos del grupo que administra la fábrica, sin obtener respuesta.
Ni siquiera se han contactado con el estudio jurídico que inició el pedido de quiebra, lo que acrecienta la incertidumbre sobre el futuro de la empresa.
El sindicato papelero tampoco ha logrado obtener un panorama claro de la situación. El intendente de Capitán Bermúdez, Daniel Cinalli, no respondió a las consultas de este medio.
Desde el Ministerio de Producción de Santa Fe, en tanto, informaron a LPO que están «siguiendo la situación de cerca» junto a la cartera de Trabajo.
El destino de una de las industrias más emblemáticas de la región pende de un hilo, dejando en vilo a cientos de familias y a toda una comunidad.
