Cuando en septiembre del 55 el golpe militar desalojo del gobierno al presidente Juan Perón, este verdadero genio de la política supo al instante que comenzaba a ingresar a la historia argentina.
Un país con dificultades, un Perón comenzando a negociar con los EE.UU, magras cosechas que hacía perder dividendos al país, un cansado General, demasiado solo luego de la muerte de Evita tres años antes, gozaba del cariño mayoritario de la gente, sin embargo no era aquel pujante gobierno que vino a cambiar la Argentina, elecciones en corto plazo, posibilidades de ganar o posibilidades de perder volumen electoral, como ocurre en todo país del mundo.
Ese golpe de estado lo colocó como aquel Buenos Aires de Borges… «tan eterno como el agua y el viento».
«Entre la sangre y el tiempo elegimos el tiempo», supo decir camino a Paraguay, luego Centro América y el largo éxilio en Madrid, para retornar en 1973, sin venganzas ni grietas cuando la muerte estaba cerca, y habían pasado 18 años.
Aquel genial Perón jugaba con amigos y enemigos, era tan enorme que no tuvo rivales de su estatura, y menos aún aquellos militares y anti peronistas que terminaron haciendolo más grande.
«El genio ve diez cosas, nosotros, los comunes, solo una».
Javier Milei, a quien todos consideran gran economista-liberal, yo lo coloco en el papel de gran político, que sin legisladores, sin gobernadores, sin intendentes, solitario como en una isla desierta luego del naufragio, supo sacar leyes y ganar votaciones con votos horizontales.
Vio más allá de lo que otros ven.
Aquel Perón siempre veía más alla, el día después.
Milei hizo una jugada brillante.
Imposibilitó la aplicación de la ficha limpia.
Lejos de mirar un metro el miró kilómetros.
Le acaba de sacar a Cristina su mejor arma, esa que tenía preparada, la del papel de víctima y proscripta que tan bien suele interpretar, aunque nunca fue víctima y menos aún proscripta.
Fue más allá, puso un tapón a la renovación peronista, que esperaba tal vez la imposibilidad de Cristina como candidata, y mientras protestaban o hacían defender a su lider por debajo respiraban diciendo que tenían el camino allanado y no lidiar con la doctora que les digite las listas, sea candidata a diputada nacional, sueñe un utopico camino a la gobernacipon de Buenos Aires de su hijo el santacruceño intrusando en el PJ de la provincia de Buenos Aires.
Cristina no tiene excusas, ni es proscripta ni cercenan sus derechos, podrá ser candidata a diputada nacional, tal cual quiere el presidente Milei, o para terminar definitivamente en las urnas con el «cristinismo» que todavía tiene atado al peronismo, si le gana en provincia de Buenos Aires sería un golpe a la mandibula de Axel Kicillof, de lo contrario, un éxito de Cristina en el 25 también otro golpe a Axel , el más perjudicado de esta historia.
El presidente juega el juego que mas le guste, todo o nada.
Milei- Cristina, la polarización
«En política hay que saber elegir los amigos y los enemigos», decia el General.
Milei, que al igual que Perón es indescifrable sobre el ring de la democracia, elige muchos enemigos y muchos amigos, y ya eligio a Cristina de rival en el 25, donde dificilmente habrá lugar para radicales, peronismo de centro, izquierda o Pro, sólo actores de reparto, muy buenos actores pero de reparto, las dos máximas figuras de la cartelera, Javier Milei- Cristina Fernández-
La gran polarización.
El presidente movio piezas del ajedrez en forma brillante, no sólo en el intento de comer la dama sino que movio dentro del peronismo donde le acaba de proclamar la candidata.
El gobierno todos los días marca una agenda, la oposición corre detrás, y cuando terminan de discutir ya marca otra agenda, dividiendo para reinar y atrayendo al poder, ya metió al Pro adentro, a gobernadores peronistas, a legisladores diversos, y ahora dejo en libertad a la doctora para que siga encandenando al peronismo.
¿Puede salirle mal..?
Si.
Todo tendrá que ver con la economia del país, si baja la inflación, estabiliza precios, mejora salarios, desciende el desempleo, Argentina sigue insertada al mundo, llegará a las elecciones legislativas con amplias posibilidades competitivas, solamente en un país que le vaya muy mal puede Cristina un éxito.
Milei siempre juega a todo o nada.
Con menos cartas que las de ayer aprobo leyes en el Congreso, ayer tenía todo para cerrar la ficha limpia, hizo una jugada estrategica política, retrocedio para avanzar, que puede salir perfecta o puede salir en contrario, nadie tiene certeza, si la certeza que Milei atomiza a gran parte de la oposición, algo impensable esta forma de hacer política hace años atrás, algo que no entienden muchos dirigentes que siguen intentando escribir en maquinas de tinta antiguas cuando otros utilizan la Inteligencia Artificial, se quedaron en el tiempo sin entender el presente ni pensar en el futuro.
Al igual que Peron, el presidente Milei elige sus adversarios.
La mente que se abre a una nueva idea jamás volverá a su tamaño original.