La Corte Suprema de Argentina se encuentra en una encrucijada, con la oportunidad de abordar problemas estructurales que han sido postergados durante años.
La designación de nuevos miembros para la Corte ha generado críticas y ha puesto en evidencia la necesidad de reformas en el sistema judicial.
El Congreso y el Gobierno tienen la oportunidad de abordar temas pendientes, como la creación de una nueva Ley del Consejo de la Magistratura, la implementación de un mandato temporal para la Procuración General y la cobertura de todos los cargos vacantes en el sistema judicial.
Además, es necesario reformar el procedimiento de selección de jueces de la Corte Suprema, que ha demostrado ser insuficiente para garantizar la transparencia y la diversidad de género.
La eventual negociación para designar nuevos miembros de la Corte no debe limitarse a un reparto de sillas, sino que debe abordar estos temas pendientes para garantizar una justicia de mayor calidad y fortalecer la democracia en Argentina.