Otra vez la violencia se hizo presente en una escuela de nuestra ciudad. En esta ocasión, la directora de la Escuela Primaria 7 fue víctima de una cobarde agresión por parte de una madre que la insultó y golpeó a la salida de la jornada escolar.
La Justicia dispuso una orden de restricción de acercamiento para la violenta mujer que, días antes, también había agredido a otra directora de otro establecimiento educativo.
na vez más la violencia dijo presente en el sistema educativo necochense. La víctima, en esta ocasión, fue la directora de la Escuela Primaria 7 de nuestra ciudad, quien sufrió el ataque de la madre de un niño de su escuela. De acuerdo a testimonios y a la Orden de prohibición de acercamiento a la que tuvo acceso Necochea Digital, no sería la primera vez que esta madre se maneja de formas agresivas, aunque en esta ocasión, se sumó también la violencia física que motivó la denuncia.
En reiteradas ocasiones, la directora del establecimiento habría llamado la atención a la agresora de iniciales D. S. por las condiciones en que llevaría a su hijo a la escuela además del incumplimiento total de los horarios de ingreso y salida de la escuela. En esta ocasión, y ante un retraso de más de una hora en ir a buscar a su hijo a la salida, la directora le hizo notar su falta ante lo cual, la mujer llevó a su hijo al auto, volvió al establecimiento, increpó a la autoridad al grito de “qué te pasa, decime lo que tenés que decir” y acto seguido, le pegó un cabezazo y la tiró al piso donde le siguió pegando.
Reunidas las pruebas, y ante la denuncia de que esta madre habría agredido también a otra directora de otro establecimiento educativo, el Juzgado de Garantías Número 2 dispuso, en carácter de medida cautelar, la prohibición de acercamiento de la agresora hacia su víctima, su domicilio y la Escuela 7 a una distancia menor de 200 metros por un plazo de cuatro meses.
La directora, dejó en claro que la restricción de acercamiento es hacia la señora D. S. y no hacia su hijo, quien podrá continuar asistiendo a la escuela.
Más allá del caso puntual, y con la memoria presente de la brutal agresión sufrida el año pasado por la docente Morotí Arocena, la situación de violencia ocurrida esta semana en la Primaria 7 vuelve a poner en el centro de la discusión la vulnerabilidad en que se encuentran docentes y directivos ante este tipo de oscuros y violentos personajes, y la falta de acciones concretas, por parte de las autoridades educativas, para erradicar a los violentos de las escuelas.
ND
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