“No te pases de vivo, no te conviene”, publicó desde una cuenta de empresa Andrés Maríngolo en el Instagram de Alejandro Sánchez. Además, se hizo presente en las proximidades de su trabajo con la intención de amedrentarlo, según expresa el escrito redactado por el Ministerio Público Fiscal.
Agudizando una práctica que se ha vuelto recurrente para el candidato a intendente de Juntos por el Cambio en el partido de Necochea, Martín Migueles, y en la que ahora parece embarcarse todo su equipo de trabajo, un reconocido periodista local debió recurrir a la Justicia temeroso de su integridad física y ante las constantes amenazas recibidas en sus redes sociales.
El apuntado por el aparato de amedrentamiento que ha construido el abogado postulante al sillón de Murga es, en este caso, el comunicador Alejandro “Cuca” Sánchez, propietario del portal de noticias “Alerta Alejandro”, quien recibió mensajes intimidatorios por parte de Andrés Maríngolo, un publicista que es jefe de campaña de la coalición que lidera el expresidente de la Usina.
El penoso accionar, que debiera ser fuertemente repudiado por la sociedad en general, ya que atenta abiertamente contra la libertad de expresión y la divulgación de información de relevancia para la comunidad, quedó asentado en la Oficina de Denuncias del Ministerio Público Fiscal del Departamento Judicial de Necochea esta mañana.
En la presentación, el periodista relata que, alrededor de las 13 de este miércoles, observó en su cuenta de Instagram que quien ocupara el mismo rol en campañas anteriores para el radical Gonzalo Diez -ahora convertido en padrino político de Migueles-, y quien es titular de la Revista PubliCar, había comentado una de sus notas de actualidad agraviándolo en su honradez: “Cuca Sánchez es un delincuente? Sigamos con las preguntas…”, rezaba la publicación, irónica y de mal gusto.
A lo que Sánchez respondió, educadamente y por la misma vía, conociendo acerca de la titularidad de la cuenta: “@revistapublicar, estimado Andres Maringolo, gracias”.
Lo que vino después es aún más grave y de una temeridad notable, una práctica que Migueles ya había ejercido contra otros comunicadores que presentaron notas de investigación en su contra. “No te pases de vivo, no te conviene”, publicó entre los comentarios de la publicación Maríngolo.
La denuncia deja expresamente aclarado que el publicista es el jefe de campaña política del abogado que lidera Juntos por el Cambio y narra, a continuación, un hecho que pone los pelos de punta.
“A dicha amenaza le sigue el hecho de que, en el día de la fecha, a las 10, en circunstancias que me encontraba por entrar a la radio en donde trabajo (NdR: Vórterix) veo que el denunciado se encontraba en la esquina, en una confitería, mirando con mirada desafiante, intimidándome, ya que nunca antes lo había visto en cercanías de mi lugar de trabajo”, relató el conductor del ciclo radial “Un tipo a las 10”.
Finalmente, Alejandro Sánchez pidió a la Justicia, ante el “temor de que la violencia pase a mayores y sintiéndome intimidado”, una medida de Restricción de Acercamiento para Andrés Maríngolo hacia su persona, su familia, su domicilio y lugares de trabajo, haciéndola extensiva a todo medio tecnológico, “tales como WhatsApp, Facebook, Instagram y demás”.
Asimismo, el periodista dejó expresamente aclarado que solicitará el Botón Antipánico al Centro Operativo de Monitoreo de la Municipalidad de Necochea, tomando medidas de prevención ante futuros incidentes.
Vale destacar que las amenazas están tipificadas en el artículo 149 bis del Código Penal, que norma que “será reprimido con prisión o reclusión de seis (6) meses a dos (2) años el que hiciere uso de amenazas para alarmar o amedrentar a una o más personas. En este caso la pena será de uno a tres años de prisión, si se emplearen armas o si las amenazas fueren anónimas”.
Este medio pudo conocer que, ante la denuncia de Sánchez, el Ministerio Público Fiscal iniciará un proceso penal cuya finalidad es la investigación de la comisión del delito de amenazas, teniendo como objeto que cesen las mismas y que se condene a quien las realizó.
La denuncia:
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