El presidente Luis Arce calificó el día como «histórico» y aseveró que su Gobierno busca «poner fin» a la «importación de muchos productos» y a la «mistificación» de la planta milenaria.
El presidente boliviano Luis Arce puso la piedra fundacional de la fábrica estatal procesadora de hoja de coca para la elaboración de pasta dental y otros productos, que apuesta a la industrialización en el país y a la desmitificación de esta planta milenaria.
El pasado sábado, el mandatario boliviano participó en el acto oficial en el municipio de Sacaba (Cochabamba), donde se inició la construcción de la Empresa Pública Productiva de Industrialización de la Hoja de Coca Boliviana (Kokabol), con una inversión de 62,4 millones de bolivianos (unos 9 millones de dólares), recoge una nota de prensa del Ministerio de Desarrollo Productivo y Economía Plural.
«Vamos a poner la piedra fundamental de una hermosa planta de Kokabol que va empezar a producir dentífrico a partir de la hoja de coca. Ya no más importaciones, ahora producto nacional, con materia prima nacional. Son 14 alcaloides que posee la hoja de coca, que ponemos hoy a disposición de la investigación, de la ciencia, pero también de su industrialización», expresó.
Arce calificó el día como «histórico» y aseveró que su Gobierno busca «poner fin» a la «importación de muchos productos» y a la «mistificación» de la «hoja de coca milenaria que ha servido y servirá para salvar vidas, para utilizarla en medicina y en alimentación», según ABI.
La creación de Kokabol, a través de un decreto supremo, entró en vigencia en junio pasado «para desarrollar la industria de la química básica de la hoja de coca, además de producir, procesar, transformar y comercializar productos que deriven de ella», según escribió en ese entonces el presidente boliviano en su cuenta de Twitter.
Del mismo modo, se proyecta fomentar la investigación y desarrollo tecnológico con los derivados de la hoja de coca y otras plantas medicinales.
Además, se espera desarrollar productos alimenticios como la harina de coca; nutraceúticos o complementos alimenticios que contienen vitaminas, proteínas y minerales, fibras dietéticas; fitofármacos o medicamentos cuya sustancia activa contiene el extracto de una planta para el tratamiento de enfermedades como diabetes, hemorroides, gastritis, presión arterial, entre otras; jarabes para la tos; cosméticos y productos de higiene como champú y dentífrico.
«Tenemos en nuestras manos una materia prima»
Arce manifestó que su país tiene «muchas medicinas naturales» que también serán industrializadas, como el caso de la planta de uso ancestral en el país andino.
«Cuántos seguimos utilizando dentífricos producidos en Brasil u otros países, cuando tenemos en nuestras manos una materia prima, porque está demostrado que uno de estos alcaloides [de la hoja de coca] combate la caries», se preguntó.
El presidente afirmó que su Gobierno está «haciendo el trabajo para sacar a la economía adelante», con la meta de industrializar el país y de redistribuir el ingreso.
¿Qué datos hay sobre la Kokabol?
Ya están disponibles los recursos aprobados para la edificación de la fábrica, que provienen del Tesoro General de la Nación, según informó el ministro de Desarrollo Productivo, Néstor Huanca.
Adelantó que cinco empresas se encargarán de la construcción de esa factoría, que deberá ser entregada en diciembre de 2024, y que tendrá una capacidad anual de procesamiento de 432 toneladas de hoja de coca.
La construcción generará 230 empleos directos y más de 1.150 indirectos. Adicionalmente, se prevé la participación de más de 1.887 familias productoras de hoja de coca y hierbas medicinales, que aportarán la materia prima.
Una vez que esté en funcionamiento, la planta tendrá las líneas de producción de procesos secos y de fitofármacos blandos, líquidos y sólidos.
Además, contará con laboratorios de investigación y desarrollo; de control de calidad; fisicoquímico y de microbiología.
La hoja de coca en la última década
En 2009, en la Carta Magna se consagró al Estado boliviano como protector de «la coca originaria y ancestral» como un «factor de cohesión social» que «en su estado natural no es estupefaciente».
En marzo de 2017 entró en vigencia la Ley General de la Hoja de Coca, cuyo objetivo era normar la «revalorización, producción, circulación, transporte, comercialización, consumo, investigación, industrialización y promoción de la coca en su estado natural».
Mientras que el expresidente Evo Morales afirmaba que la coca no era cocaína y que pertenecía al patrimonio cultural indígena, que lo usa con fines medicinales, rituales o tradicionales; organismos internacionales señalaban el incremento de la producción de esta planta para la elaboración de drogas.
Bolivia, después de Colombia y Perú, es el país que más hectáreas posee de ese cultivo. Por ello, Arce se comprometió a erradicar unas 10.000 hectáreas de cultivos ilícitos al año, con base en la concertación y no por la vía de la coacción policial.
