El cambio climático puede convertirse realmente en una catástrofe para toda la humanidad; por lo tanto, es necesario estar preparados para los peores escenarios, que van desde la aniquilación de la población mundial hasta la extinción del hombre, advierten con determinación un grupo de expertos.
Y llaman a centrar los esfuerzos de investigación en cuatro temas cruciales: el hambre y la desnutrición, fenómenos meteorológicos extremos, guerras y enfermedades transmitidas por vectores, como garrapatas y mosquitos.
Este llamamiento lo lanza un grupo internacional de expertos liderado por la Universidad de Cambridge, en un estudio publicado en la revista de la Academia Americana de Ciencias (PNAS).
Los investigadores, en particular, piden al Panel Intergubernamental sobre el Cambio Climático (IPCC) que dedique un informe a sus consecuencias más extremas, para estimular a la comunidad científica e informar a los ciudadanos.
«Hay muchas razones para creer que el cambio climático puede volverse catastrófico, incluso con niveles de calentamiento modestos», dice el primer autor del estudio, Luke Kemp, de la Universidad de Cambridge.
«El cambio climático ha jugado un papel en cada evento de extinción masiva. Favoreció la caída de los imperios y moldeó la historia. El mundo moderno también parece haberse adaptado a un nicho climático particular.
El desastre no llega solo por las consecuencias directas de las altas temperaturas, como los fenómenos meteorológicos extremos. Efectos dominó como crisis financieras, conflictos y nuevas epidemias podrían desencadenar otras calamidades e impedir la recuperación de posibles desastres como una guerra nuclear», amplió.
Los modelos utilizados por los expertos indican que las zonas de calor extremo (aquellas con una temperatura media anual superior a los 29 grados, donde hoy viven unos 30 millones de personas entre el Sahara y la costa del Golfo, en México) podrían extenderse hasta afectar a dos mil millones para 2070.
«Estas temperaturas y sus consecuencias sociales y políticas afectarán directamente a dos potencias nucleares y siete laboratorios de máxima contención que albergan los patógenos más peligrosos: existe una fuerte posibilidad de efectos colaterales desastrosos», subraya uno de los autores.
del estudio, Chi Xu de la Universidad de Nanjing.
El estudio se titula Climate Endgame (El final de la partida del clima, en español). Lo firma una docena de científicos de todo el mundo -bajo los auspicios de la Universidad de Cambridge.
«Los caminos hacia el desastre no se limitan al impacto directo de las altas temperaturas, sino que pueden tener efectos como conflictos bélicos, hambrunas, crisis financieras o nuevas enfermedades», avisa el especialista Kemp.
. «El peor escenario posible supondría que más de 2.000 millones de personas (el 25% de la población mundial) estarían expuestas en el 2070 al calor extremo, con temperaturas medias anuales por encima de 29 grados», asegura Kemp, que advierte de los graves riesgos para la salud humana y la seguridad alimenticia, así como de las consecuencias políticas y sociales.
El informe publicado en PNAS recuerda cómo habría que remontarse al Pleistoceno, hace 2,6 millones de años, para encontrarse con temperaturas similares a las proyectadas para finales de siglo.
«No podemos afrontar un cambio climático acelerado y, al mismo tiempo, ponernos una venda en los ojos ante el peor escenario posible y resistirnos a evaluar los riesgos», concluye el equipo dirigido por Kemp.
FUENTE: ANSA.