Se trata de Sebastián Ianantuony, jefe comunal de General Alvarado que pertenece al Frente de Todos. Comparte opinión con el intendente PRO de Mar del Plata.
«Creo que existe mayor riesgo que beneficios en una explotación petrolera off shore frente al Partido de General Alvarado», señaló públicamente el jefe comunal, sobre la resolución 436/2021, del Gobierno Nacional que habilitó la exploración de la cuenca sedimentaria Del Salado y Claromecó.
«Desde el primer momento me opuse de manera firme a esta posibilidad a través de diversas actuaciones, como la participación en la Audiencia Pública realizada por el Ministerio de Ambiente y Desarrollo Sostenible de la Nación o las resoluciones del bloque del Frente de Todos al respecto», dijo Ianantuony.
Y recordó que desde su anterior cargo -Secretario de Producción de General Alvarado-, «he trabajado para el uso y la generación de energías renovables y limpias en General Alvarado, como es el desarrollo de los Parques Eólicos, el parque solar de Mechongué, o la ordenanza de generación distribuida».
Un rechazo sin grieta: Los intendentes del PRO y del Frente de Todos, en la misma vereda
General Pueyrredón y General Alvarado comparten límite geográfico y ahora también, pese al diferente color político de sus intendentes, opinión respecto a la explotación de petróleo frente a sus costas.
Luego del decreto de resolución que impulsó el Gobierno Nacional con la firma de Juan Cabandié, que habilita a la empresa noruega Equinor a explorar y explotar mediante el fracking las cuencas petroleras en los bloques CAN 108 y CAN 114, a 307 y 443 kilómetros de la costa bonaerense, ambos intendentes manifestaron su rechazo.
El primero había sido Guillermo Montenegro, quien justificó que «el principal argumento es que no tenemos los elementos necesarios para saber que este tipo de investigación no pueda llegar a dañar lo que tiene que ver con nuestra pesca y con nuestro turismo, que son dos grandes motores de nuestra ciudad».
En el mismo tono, Sebastián Ianantuony aseguró que «la historia de nuestras comunidades está directamente relacionada con el uso turístico, productivo y recreacional de las playas, del mar y de sus recursos naturales; cualquier riesgo relacionado con este tipo de explotación amenaza a la subsistencia, crecimiento y progreso de nuestras poblaciones, además de comprometer el equilibrio ambiental de toda la región».