El municipio avanza en la expansión de un sistema sanitario que brinde atención de calidad en todo el distrito.
Entendiéndola como un servicio que iguala derechos y oportunidades, la actual gestión de gobierno ha hecho foco en la ampliación de una red de salud que contenga a los vecinos de cada barrio. Además de las guardias que se incorporaron en las delegaciones del interior, es inminente el comienzo de las obras de los nuevos CAPS Carlos Fucile y Barrio Norte, que beneficiarán a una decena de miles de personas.
El acceso equitativo a la salud pública es uno de los principios básicos sobre los que ha decidido pararse el nuevo ordenamiento económico municipal, priorizando obras y programas que lleguen a todo el distrito y procuren una atención de calidad e igualitaria para cada uno los vecinos.
Buscando esa igualación de derechos y oportunidades a través de la estratificación sanitaria, que implica calidad de atención en unidades primarias que sean accesibles a los habitantes de cada barrio, fue como se consiguió que la villa balnearia y los sectores aledaños al puerto puedan contar, muy pronto, con un centro médico modelo: el nuevo CAPS “Carlos Fucile”, cuya licitación ya fue adjudicada a una empresa y pronto iniciará su construcción.
Emplazado sobre la calle 71 entre 4 y 6, el edificio estará integrado por consultorios destinados a medicina general, odontología, ginecología, psicología, trabajo social y vacunación, además de estar dotado con modernas salas de espera, oficinas administrativas para realizar trámites provinciales, sanitarios y office para el personal, entre otras comodidades.
Asimismo, cumpliendo con un anhelo y una necesidad de los vecinos del populoso Barrio Norte, el Ministerio de Obras Públicas de Nación ya aprobó el convenio para que, con una inversión superior a los 11 millones de pesos y mediante el Plan Argentina Hace, que generará mano de obra para una veintena de familias, pueda culminarse la construcción del Centro de Atención Primaria de la Salud de calle 72 entre 47 y 49, cuyos cimientos forman parte del paisaje cotidiano del lugar desde hace más de una década, gracias a un sinnúmero de promesas incumplidas.
Con una superficie de 179 metros cuadrados y, en la actualidad, levantado hasta la altura de los encadenados, este proyecto permitirá que más de 5 mil personas puedan recibir atención primaria, odontológica y psicológica, pero también asistencia social y estimulación temprana, en el caso de los más pequeños. Para complementar el trabajo, desde los cimientos se construirá un bloque de sanitarios con accesibilidad para personas con discapacidad, habilitando espacios para cocina y enfermería.
Considerando a la salud primaria como un servicio del que el Estado municipal debe estar muy atento para no generar divergencias entre clases sociales, igual importancia se dio a la recuperación del sistema sanitario en el interior del distrito. Hoy en día, después de muchos años de espera, los vecinos de Claraz y Santamarina cuentan con médicos estables, a quienes pueden consultar regularmente y, una vez por semana, también quienes habitan el paraje Energía.
En igual sentido, todas las delegaciones cuentan con guardias completas, con servicios que van desde la psicología hasta la kinesiología, en el caso de La Dulce, para lo cual la comuna ha adquirido equipamiento y aparatología menor nueva.
Sin contar las ganancias que obtuvo el sistema sanitario, y que quedarán para siempre en este distrito, por las obras realizadas en los hospitales de Necochea y Quequén, tales como la construcción del Modular -que pronto será transformado en un Hospital Infanto-Juvenil-, la moderna Unidad de Cuidados Intermedios del Ferreyra, con 6 camas completamente equipadas, o la construcción de la nueva Guardia en el Irurzun, solo por mencionar algunas de cientos de mejoras y nuevos proyectos que están en marcha; el derecho a la salud parece ser una pata en la que el municipio busca apoyarse en su deseo de garantizar una sociedad más justa y equitativa.