Ante la aparición del virus Covid-19 y con las prioridades apuntando al servicio gratuito y público de la Salud, la gestión que encabeza el intendente Arturo Rojas pudo atravesar las adversidades y fortalecer, como nunca antes, la gigantesca red de prestaciones que ofrece la comuna.
En marzo de 2020 el país entero se vio golpeado seriamente en sus bases por la llegada de una pandemia sin precedentes en los tiempos modernos. En Necochea, en especial, la situación se hizo aún más complicada por la existencia de un sistema de salud casi obsoleto, con un servicio en decadencia, personal al cual se le adeudaban haberes y una falta de planificación desoladora.
En ese contexto, a sabiendas de que toda la estructura pública sanitaria del partido depende íntegramente de recursos genuinos generados por el Estado municipal, la gestión que encabeza el intendente Arturo Rojas debió readaptar sus prioridades y orientar todos sus esfuerzos a fortalecer con suma urgencia una prestación que sería fundamental para paliar los efectos del contagio masivo de Covid-19 en todo el distrito.
Fue así que el primer eje de la obra pública, luego de estabilizar económicamente cada área de la comuna, estuvo centrado en el refuerzo del sistema gratuito de la salud, en primera instancia, a través de la creación en el Hospital “Dr. Emilio Ferreyra” de la Unidad de Cuidados Intermedios (UCIM), que estuvo dedicada exclusivamente a la atención del virus.
Conformada por seis habitaciones individuales equipadas con la misma tecnología y complejidad que la Unidad de Terapia Intensiva, cada una de las camas de esta sala está dotada con respirador, monitor y bombas de infusión, de alimentos y de medicación; además de un sector especial para el equipo de enfermería.
También la UTI fue reforzada en igual sentido: mediante la reparación de los sistemas de aire comprimido y oxígeno, las únicas tres camas que estaban funcionales al inicio de esta crisis pudieron, rápidamente, verse duplicadas para recibir a seis pacientes que requirieran de algún cuidado crítico. A la par, para alimentar a todos los sectores del nosocomio, que fue pintado casi integralmente, se cambió el tanque de oxígeno de 6000 litros por uno nuevo de 9000.
Gracias a las gestiones realizadas por el Jefe de la comuna en los ministerios nacionales, sobre mediados de este año se pudo inaugurar un moderno Hospital Modular que cuenta con diez plazas para internación y otras tres en un shockroom, uno de los pocos que se instalaron en toda la Provincia y que fue ubicado en un sector lindero al nosocomio local para que sirva de refuerzo aún luego de terminada la pandemia.
Este espacio, equipado con oxígeno central, cuenta además con todo el instrumental y mobiliario necesario para futuras adecuaciones, una sala de rayos, un laboratorio, un área para testeo y una cómoda sala de espera.
Prestando especial atención a la atención que se brindaba en Quequén, a través de un trabajo interinstitucional y el aporte del sector privado, se pudo remodelar la Guardia de Hospital “José Irurzun”, cumpliendo con un reclamo histórico de los vecinos de la localidad y aliviando la saturación del sistema.
En consonancia con la construcción de este nuevo sector, que cuenta con dos camas de alta complejidad totalmente equipadas, office para enfermería, baños y otras comodidades, se pintaron todas las instalaciones del complejo, se recambiaron las luminarias del predio y se pavimentaron los accesos, con el aporte del Consorcio de Gestión de Puerto Quequén y gracias a un trámite aprobado por el propio mandatario local cuando le tocó presidir esta entidad.
Mientras tanto, también se proyecta la remodelación del ala en la que actualmente se desenvuelven las áreas de servicio del hospital con el objetivo de generar un innovador sector de Pediatría en el que pueda comenzar a funcionar el programa de Neurodesarrollo que fue impulsado desde la gestión de Ruth Kalle al frente del área de Salud municipal.
En cuanto a la Atención Primaria, a través de una licitación que ya fue aprobada, en los próximos meses se empezarán a levantar las bases del nuevo Centro de Salud “Carlos Fucile”, que funcionaba en la calle 8 y que, desde el año próximo, contará con una moderna sede en 71 entre 4 y 6, con consultorios y áreas totalmente funcionales para la atención de los pacientes de la zona de la Villa balnearia y aledaños.
Asimismo, en el Barrio Norte se retomará la construcción del CAPS, cuyos cimientos se encuentran abandonados por la desidia de anteriores gobiernos y para lo cual ya fueron certificados los fondos, un lugar que se verá complementado con el accionar del Centro Integrador Comunitario (CIC), en el cual ya se procedió al recambio integro de todo el sistema eléctrico, lo que posibilitará llevar un servicio de calidad a toda esa populosa barriada.