miércoles, noviembre 27, 2024

Internacionales

EEUU presiona a Israel tras una semana de guerra

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EPA/ATEF SAFADI

Una semana de guerra sin tregua a la vista, pero con la intervención del presidente estadounidense, Joe Biden, que vuelve a la palestra con un nuevo llamado telefónico al premier israelí, Benjamin Netanyahu, mientras el conflicto sigue entre olas de cohetes sobre Israel y fuertes ataques a la franja.

El ejército israelí atacó el principal centro operativo de Hamas en la franja, que se encuentra en el barrio residencial de Rimal, en Gaza City.

«El centro era parte fundamental de la estructura de terror de Hamas y servía como base para los operativos de inteligencia», dijo un vocero militar, recordando que antes del ataque se enviaron «avisos» con tiempo suficiente a los habitantes para dejar el edificio.

Mientras tanto, siguen los ataques contra casas de los comandantes de Hamas: son cinco las atacadas esta noche, que se suman a las nueve anunciadas esta mañana y a las incursiones contra las redes de túneles secretos de la organización.

En estos ataques murió Hussam Abu Harbid, jefe de la Yihad Islámica en el norte de la franja y «cerebro» de los lanzamientos de cohetes contra territorio israelí.

Mientras tanto, Estados Unidos pide a Israel precisar la «justificación» del ataque a la torre de medios en Gaza City, donde estaban entre otras las sedes de la agencia Associated Press (que pidió una investigación independiente sobre lo ocurrido) y de Al Jazeera.

La intensa presión diplomática, sin embargo, no logró hasta ahora apagar el fuego del conflicto. Estados Unidos bloqueó por tercera vez una posible declaración del Consejo de la ONU, por cuanto no ayudaría a los esfuerzos diplomáticos para poner fin a la escalada, mientras el secretario de Estado, Antony Blinken, volvió a insistir para que israelíes y palestinos frenen el enfrentamiento de inmediato.

El enviado de Biden a Jerusalén y Ramalá, Hadi Amr, se reunió -por primera vez en meses para un funcionario estadounidense- con Mahmud Abbas (Abu Mazen).

Estados Unidos -pidió el presidente de la Autoridad Nacional Palestina- debe intervenir para «poner fin a las agresiones de Israel contra el pueblo palestino, frenar la escalada e iniciar esfuerzos para llegar a una solución política».
El consejero de la Seguridad estadounidense, Mike Sullivan, habló con su homólogo israelí Meir Ben Shabbat y también con el gobierno egipcio, muy comprometido con la tregua.

Precisamente el presidente egipcio al Sisi, junto con el francés Emmanuel Macron, invocaron el fin de las hostilidades mientras desde Ankara el presidente turco Recep Tayyip Erdogan acusó a Biden de tener «manos sucias de sangre» por su apoyo a Israel y reiteró que no dará «ni un paso atrás en el apoyo a los palestinos».

Intensas las llamadas telefónicas también con las otras cancillerías: Netanyahu habló con Angela Merkel, reafirmando que Hamas «está llevando a cabo un doble crimen de guerra: lanza cohetes contra la población civil y usa a sus ciudadanos como escudos humanos».

Luego agradeció a Alemania por su apoyo a Israel y a su derecho a defenderse de los ataques. Pero en el campo la situación sigue sin cambio alguno.

En los ataques contra «Metro», la red de túneles de Hamas en el norte de la Franja, hubo en total 35 incursiones de Israel en más de 20 minutos, que destruyeron 15 kilómetros de centros comando y depósitos, cuyos ingresos -según el ejército- a menudo están ocultos en los edificios civiles, en un caso incluso debajo de una guardería.

Desde el comienzo del conflicto, según el vocero militar, fueron unos 100 los kilómetros de túneles destruidos.
El balance de víctimas en Gaza -ya en plena emergencia humanitaria- sigue subiendo: son al menos 200, de los cuales 58 son «niños menores de 18 años».

Murieron bajo los ataques dos médicos, con sus familias: uno es Ayman Abu al-Aouf, jefe del departamento de Medicina Interna del hospital Shifa, conocido también a niel internacional.

A las víctimas de Gaza el ministerio de Salud de la ANP sumó también «las de la agresión israelí en los Territorios Palestinos y en Jerusalén este», llevando el total a 220.

Con el mismo método, la ANP calculó en más de 5000 los heridos: «3.728 heridos en Cisjordania» y «1.300 en Gaza».
Desde el comienzo el conflicto en la franja se lanzaron 3.350 cohetes, con alrededor del 90% interceptado -para protección de la población- por el Iron Dome, mientras se dirigían hacia centros densamente habitados del sur y el centro del país.

Cuatrocientos sesenta de esos cohetes cayeron dentro de la franja. Ashkelon (donde ayer fue alcanzada una sinagoga), Ashodod, Beer Sheva, Sderot y las comunidades israelíes en torno a Gaza desde hace algunos días están bajo constantes lanzamientos, con la gente en los refugios.

En Ashdod, un cohete dio contra un edificio, causando ocho heridos. Las víctimas fueron diez, entre ellas dos niños de cinco y 12 años. (ANSA).