Por Sandra MG para ‘El Periódico Verde’
Yo reciclo ¿y después qué pasa?
Las bombillas deben ser desechadas en los contenedores adecuados según el tipo de elemento que sea, puesto que los procesos a los que se las someterá a cada una dependerán de los componentes que la integran. Los diferentes tipos de luminarias contienen vidrio, metales y gases, algunos de los cuales se pueden recuperar y reutilizar.
Cada tipo de bombilla debe depositarse en los lugares adecuados para no contaminar la carga de las demás. Por ello hay sitios para deshacerse de las bombillas tradicionales el tipo incandescentes, de las halógenas, de las LED, de los tubos fluorescentes y de las CFL o luces fluorescentes compactas.
Bombillas incandescentes y halógenas
Las halógenas y las incandescentes son las más antiguas, esas que en toda casa que apueste por la eficiencia energética, deben ser cambiadas por otras que consuman menos. Funcionan generando luz por la incandescencia de un filamento al que sostiene un soporte metálico. Para eliminar estas bombillas hay que llevarlas a un punto limpio, para que se las pueda reciclar correctamente.
En las plantas se procede a su trituración con el fin de separar mediante varios procesos diferentes: el molibdeno o tungsteno de los filamentos, el vidrio y los metales (ferrosos y no ferrosos) del casquete y los soportes. Los elementos que se obtienen pueden reutilizarse en varias industrias.
LED´s, CFL y los fluorescentes
Estas luminarias del tipo fluorescentes deben manipularse cuidadosamente y, en caso de que por accidente se quiebre alguna, hay que proceder de forma ordenada y calma. Lo primero es ventilar los espacios por 25 minutos, previa evacuación de personas y de mascotas y de desconectar los sistemas de acondicionamiento frío o calor. Los trozos no se deben aspirar ni tocar con las manos, sino que se los recogerá con un trapo o un papel húmedos.
Si bien los procesos de reciclaje las tres bombillas son diferentes, es decir que no se mezclan, generalmente se realizan procedimientos más o menos similares para reciclarlas. Se colocan en cintas transportadoras que las introducen en máquinas en las que se las coge por los casquillos (en el caso de los fluorescentes se seccionan ambos extremos) y se quiebra el vidrio por presión.
Tanto los metales, algunos plásticos y el cristal se separan y reciclan adecuadamente. Los polvos fluorescentes deben ser aspirados, para luego pasar por un proceso de destilado y otro de enfriamiento, mediante los que se recuperan elementos tóxicos como el Mercurio o el Flúor. Cada uno de los materiales será derivado a otras industrias para su reutilización.