El Congreso debatirá la suspensión de las PASO (Primarias Abiertas), pero no a través de un proyecto del Gobierno, sino de la mano de los Gobernadores.
Desde hace tiempo que Horacio Rodríguez Larreta y María Eugenia Vidal dan por descontado que no habrá PASO el año que viene.
Juntos por el Cambio acomodó entonces su armado político, contemplando la imposibilidad de dirimir candidaturas “en las urnas”.
Si bien desde Casa Rosada sostienen que no hay en marcha ningún proyecto para suspender las primarias, el jaque mate vendría por el lado de los gobernadores.
“Nosotros no lo podemos presentar”, aseguran que fue la respuesta que Alberto Fernández les dio a los mandatarios el viernes en el almuerzo que mantuvieron en Olivos.
“Pero lo podés apoyar”, resistieron los más entusiastas del proyecto. El presidente confirmó con la cabeza: se apoyará el pedido, pero antes hay que definir las argumentaciones.
La idea de una posible suspensión de las primarias comenzó a circular en junio, tres meses después del decreto del aislamiento social y obligatorio producto de la pandemia.
Desde entonces, Santiago Cafiero sortea con cierta soltura las preguntas obligadas de los periodistas.
Hasta ahora, el Ejecutivo no anticipó su voluntad de ir directo a las elecciones generales, pero tampoco consideró “una locura” evitar las PASO.
El pedido que le hicieron el viernes los gobernadores al presidente tiene desde hace meses a sus espadas dando batallas por los pasillos del Congreso. “Estamos ante una pandemia mundial de dimensiones tremendas y tenemos una crisis económica durísima.
¿Estamos en condiciones de invertir millones de peso en elecciones internas que nunca sirvieron de nada?”, se pregunta desde junio un diputado del ala massista de la Coalición.
Los votos sobran en el senado y alcanzan en Diputados. La pregunta que se hacían hasta el viernes en Casa Rosada era si había margen para asumir el costo político.
“Con la propuesta de los gobernadores, Alberto se encuentra en una situación de victoria absoluta.
Puede apoyar la medida, con argumentos vinculados al riesgo sanitario; pero el costo político no lo asume el Ejecutivo”, reconocen desde la mesa albertista.
El guiño de los gobernadores llega sólo días después de que el Frente de Todos lograra, tras una maratónica sesión que duró más de 18 horas, que Diputados aprobara el proyecto de quita de fondos de la Coparticipación de la Ciudad de Buenos Aires.
Con los votos suficientes en la Cámara Alta, la poda a las generosas arcas de Horacio Rodríguez Larreta es un hecho que hasta el propio jefe de Gobierno porteño ya acepta puertas adentro de Uspallata.
¿Devolución de gentilezas?
Para muchos, la propuesta de los gobernadores de ser ellos quienes impulsen a través de sus diputados el proyecto es un guiño directo al presidente, quien asumió el costo político del recrudecimiento del enfrentamiento con su ex “amigo Horacio”.
“El Gobierno asumió el costo político de la pandemia, también de la distribución equitativa de la recaudación. Si los gobernadores responden a eso, es una interpretación posible”, esquivan desde La Rosada.
Del encuentro del viernes surgieron dos definiciones: argumentaciones sanitarias para justificar la anulación de las PASO y la obligación de que sea votado durante el extendido período de sesiones ordinarias, para evitar así la chicana política que debatirlo en un año electoral.
En criollo: tienen tiempo hasta el tres de enero. “Para llegar, se debería presentar en los próximos días”, reconocen desde Diputados. Se espera que el proyecto sea presentado el miércoles ante la comisión de Legislación General y que sea tratado en el recinto la semana que viene.