Al menos cinco personas murieron, entre ellas una niña de apenas 9 meses, y otras 15 resultaron heridas después de que un hombre embistió a una muchedumbre con su vehículo, en el área peatonal de la ciudad alemana de Tréveris, en la zona oeste del país.
El conductor del automóvil, un alemán de 51 años, proveniente de la zona, fue detenido por la policía cuatro minutos después del hecho. Por horas se pensó en un atentado, pero la Fiscalía excluyó que detrás de la acción hubiera un móvil político o terrorista.
El responsable de acelerar su vehículo a alta velocidad entre los transeúntes no tiene antecedentes penales, estaba borracho y será sometido a una prueba psiquiátrica desde el momento que no se excluye que lo que ha hecho pueda ser el desenlace de una enfermedad, «de una construcción psiquiátrica» de la realidad.
«La trayectoria en zig zag fue elegida en un modo específico, para embestir y hacer realmente mal», explicó el ministro del Interior del Land, Roger Lewenz, en una reunión con la prensa.
«Es el día más negro para Tréveris desde la Segunda Guerra Mundial», comentó el alcalde Wolfram Leibe, visiblemente conmovido. «Estoy profundamente molesto. Vemos siempre estas imágenes en otras ciudades.
Y pensamos que aquí eso no puede pasar. En cambio, ahora, sucedió, justo a nosotros. Yo no dejo de preguntarme cómo es posible que alguien haga algo semejante».
También Angela Merkel envió un mensaje de condolencias, tuiteado por su vocero, para expresar la «gran tristeza» provocada por las noticias de Tréveris, la cercanía a los heridos y compartir el dolor de los parientes de las víctimas.
En el balance de la masacre además de la niña, cuya madre se encuentra hospitalizada, figuran una joven de 25 años, un hombre de 45, una mujer de 72, y otra persona más aún no identificada.
Tres personas quedaron en grave estado, cinco en condiciones serias y seis con heridas leves.
«No existen indicios que hagan pensar en un móvil político, terrorista o religiosos», aseveró el fiscal Peter Fritzen en conferencia de prensa. El sujeto detenido responde a cargos de homicidio en cuatro casos y de lesiones graves y daños a una serie de personas.
La alarma para la policía comenzó a las 14 horas locales. A bordo de una camioneta utilitaria, conducido a gran velocidad, el hombre emprendió la Simeon Strasse que lleva hacia la famosa Puerta Negra y luego la Christopher Strasse, donde la policía consiguió finalmente neutralizarlo en pocos minutos.
En su carrera el vehículo arrolló una multitud de gente: «Lo hemos visto volar», narraron testigos conmocionados y a su vez socorridos presa del shock por personal especializado. Son decenas las personas profundamente traumatizadas por lo que han visto hoy en la ciudad renana.
Y todavía Tréveris está conmocionada: las escuelas contactaron a los padres de los alumnos para que concurran personalmente para retirarlos para que no retornen solos a sus hogares, como ocurre normalmente en Alemania.
En las últimas horas de la tarde, en el centro histórico de una comunidad vivaz, también gracias a la presencia de muchísimos estudiantes, cerró todo.
En algunas horas la policía retiró la alarma declarando el fin del peligro para los residentes.
Pero las calles quedaron vacías: solo se vieron luminarias, encendidas desde hace algunos días en vista de Navidad que ya en tantos aspectos tan difíciles de la pandemia.
Y que como cada año reporta a la memoria de los alemanes el atentado de Anis Amri, el tunecino que embistió a un gentío con un camión el mercadito de Navidad de Berlín. (ANSA).