Consultado por Télam, el especialista en clima José Luis Aiello explicó que «la siembra de trigo va a desarrollarse en condiciones normales, el problema crítico está en los lotes que puedan o no sembrarse por este evento seco que tenemos».
La actual sequía retrasa la siembra de trigo en las principales zonas productoras del país, aunque el área dedicada al cultivo podría llegar a los siete millones de hectáreas, mientras que la perspectiva climática de los próximos meses advierte la presencia de un fenómeno de «La Niña» débil de baja intensidad a partir de septiembre, que podría condicionar los rendimientos de la próxima cosecha gruesa.
«En algunos lugares de la región pampeana la siembra de trigo está parada, pero la intención triguera sigue en pie», afirmó la Guía Estratégica para el Agro (GEA) de la Bolsa de Comercio de Rosario (BCR).
«En estos momentos en Córdoba no hay posibilidades de sembrar o el que lo hace corre un altísimo riesgo, pero lo que está sembrado tiene una humedad en el suelo, no superficial, suficiente como para que el trigo se pueda desarrollar», se expresó el especialista en clima, José Luis Aiello.
Según la GEA, «hasta hace un mes estaban dadas las condiciones para que el trigo sobrepasara largamente los siete millones de hectáreas. Con cada semana que pasa, la campaña tiene menos probabilidades estadísticas de recibir las lluvias que necesita».
Sin embargo, agrega, «llaman la atención las reservas de agua en todo el perfil de los suelos de Córdoba: las reservas en profundidad son suficientes por las lluvias de marzo y abril», lo que permite seguir estimando una siembra de siete millones de hectáreas.
«El desafío de lograr una siembra récord, 2% superior al ciclo previo, ante contratiempos varios la transforman en una campaña histórica y épica», resaltó el GEA.
Según la GEA, «faltan por sembrar 4,2 millones de hectáreas, 60% del área de intención total, cuando la campaña empieza a transcurrir los meses más deficitarios de lluvias».
«Los últimos quince días fueron de mucho desconcierto en el sector y las encuestas para verificar intenciones de siembra lo reflejaron, mostrando algunas disminuciones en la región pampeana», agregó la BCR en su informe mensual sobre cultivos.
Pero, incluso después de que fallaran las lluvias -destacó el trabajo-, se señalaba la búsqueda de estrategias para tener la oportunidad de sembrar y mantener la intención que podría llevar a una siembra de trigo que «aún puede ser récord».
Por otra parte, Aiello afirmó que «éste va a ser un año complicado, se va a instalar una ‘Niña’ débil de baja intensidad partir de septiembre, no es el mejor escenario, y vamos a depender de la volatilidad climática para ver hacia dónde van los rendimientos fundamentalmente en la cosecha gruesa».
Sin embargo, aclaró, «de pronto en diciembre hay un bloqueo húmedo que produce lluvias importantes y el rendimiento del maíz es una locura como ha ocurrido varias veces».
En ese sentido, señaló el especialista, «una cuestión muy importante que no está siendo contemplada son los eventos extremos, que se instalan y que -en el orden de una o dos semanas- pueden producir anomalías muy importantes en las lluvias, las temperaturas, rendimientos y producción de los cultivos».
En el caso del maíz 2019/20, consignó la BCR, la producción se ubicaría en 51 millones de toneladas, cerca del récord de 51,5 millones de la campaña anterior, en un ciclo con lluvias tan acotadas -solo llovió en casi 2 de los 6 meses que dura su desarrollo-; con un comportamiento del cultivo este año «impresionante».
Según la entidad rosarina, «la tecnología de punta aplicada logró sacarle el máximo provecho a las extremadamente oportunas y precisas lluvias de enero y febrero».
Por su parte, y también a pesar de la sequía, la soja alcanzó 50,7 millones de toneladas, en una campaña duramente marcada por la falta de agua al principio y al final del ciclo, con un rinde nacional que está en un quintal por encima de la media de los últimos cinco años.