Boris Lulich, perito científico de la Policia, asesinó a su pareja, Brenda Rojas, y a su hermano, Felipe Lulich. Luego, se suicidó de un disparo en la cabeza.
Un perito de Policía Científica mató este lunes a balazos a su novia y a su hermano y luego se suicidó en la ciudad bonaerense de Pehuajó, aparentemente en medio de un ataque de celos porque sospechaba que lo estaban engañando, informaron fuentes policiales.
Antes de ser asesinada, la propia joven alcanzó a llamar al 911 para pedir ayuda y contar que su pareja policía había «malinterpretado» una situación entre ella y su cuñado y que los estaba amenazando con un arma de fuego.
El hecho fue reportado a las 0.45 de hoy en una vivienda de la calle Cambaceres 351, de esa ciudad del noroeste bonaerense ubicada a 365 kilómetros de la Capital Federal.
Allí la policía encontró agonizando con un disparo en la cabeza a Boris Iván Lulich (29), perito planimétrico de la Delegación de Policía Científica de Trenque Lauquen, y los cadáveres de su novia, Brenda Aylén Rojas (19), y de su hermano, Felipe Lulich (30).
Los voceros explicaron que en el terreno donde ocurrió el doble crimen hay tres viviendas: la primera donde vive el padre de los hermanos, la segunda que habitaba el policía y su pareja y la tercera la de su hermano.
Todo comenzó anoche cuando las cuatro personas terminaron de comer un asado en la casa del padre y el hermano del policía se retiró a su casa, tras lo cual hizo lo mismo la chica.
Como Rojas no regresaba, Boris salió a buscarla y la encontró en la casa de su hermano.
Según lo que pudieron reconstruir a partir del llamado al 911 y de la escena con la que luego se encontraron, los investigadores creen que el policía sorprendió a su hermano y a su novia en alguna situación que le hizo pensar que algo sucedía entre ellos y allí comenzó a amenazarlos con su arma reglamentaria.
Cuando llegó el móvil policial a la casa, un policía se acercó y escuchó un disparo, y repelió la agresión pensando que le estaban disparando a él, pero luego se estableció que fue el tiro final con el que el perito se disparó en la sien tras haber asesinado a su pareja y a su hermano mayor.
Rojas yacía muerta afuera de la casa con dos disparos en la espalda, como si hubiera sido atacada cuando quiso escapar corriendo, explicaron las fuentes.
En tanto, Felipe Lulich, hermano del policía, estaba muerto dentro del baño con dos balazos en el abdomen y un tercero en la zona de la cadera del lado izquierdo, con orificio de salida, y a su lado fue hallada una escopeta calibre 12 de doble caño con un cartucho detonado.
«Siempre en base a lo que conjeturamos y vemos en la escena, creemos que este hombre trató de defenderse de su hermano con la escopeta y llegó a dispararla pero ese escopetazo dio en una pared sin lastimar a nadie», dijo a Télam uno de los investigadores.
Finalmente, el perito Boris Lulich fue hallado en la habitación de su hermano, con un disparo en la región parietal derecha con orificio de salida en el parietal izquierdo, levemente de arriba hacia abajo, compatible con un suicidio, dijeron los forenses que realizaron la autopsia.
Además, al ser encontrado el cuerpo el hombre tenía su arma reglamentaria marca Taurus calibre 9 milímetros al lado.
El policía fue trasladado de urgencia, en estado gravísimo, al hospital municipal de Pehuajó, donde luego falleció a raíz del cuadro crítico que padecía por el tiro en la cabeza.
En total se secuestraron tres armas: la pistola 9 milímetros del perito -con una bala en la recámara y seis cartuchos en el cargador-, la escopeta calibre 12 que tenía una de las víctimas en el baño y el arma reglamentaria del policía que llegó a la escena y disparó pensando que le disparaban.
El hecho es investigado por el fiscal Luis Caldentey, de la Unidad Funcional de Instrucción (UFI) descentralizada de Pehuajó, quien se hizo presente esta mañana en el lugar del hecho para dar las primeras directivas y supervisar el trabajo de los peritos.
El fiscal aguardaba para las próximas horas escuchar el testimonio del padre del autor del doble crimen y de una de las víctimas, para saber si ya existía algún tipo de problemas entre los hermanos o si llegó a escuchar alguna discusión en la cena previa.
El caso fue caratulado como «doble homicidio agravado seguido de suicidio» y, en principio, las fuentes de la investigación aseguraron que no existían denuncias previas por violencia.