miércoles, noviembre 27, 2024

Internacionales, Salud

Disminuir el impacto y las decisiones difíciles: primeras lecciones de China

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Por Helge Berger , Kenneth Kang y   Changyong Rhee

El impacto del coronavirus está teniendo un impacto profundo y grave en la economía global y ha enviado a los responsables políticos a buscar formas de responder. La experiencia de China hasta ahora muestra que las políticas correctas marcan la diferencia en la lucha contra la enfermedad y la mitigación de su impacto, pero algunas de estas políticas conllevan compensaciones económicas difíciles.

Elecciones difíciles

El éxito en contener el virus tiene el precio de desacelerar la actividad económica, sin importar si el distanciamiento social y la movilidad reducida son voluntarias o forzadas. En el caso de China, los formuladores de políticas implementaron restricciones estrictas de movilidad, tanto a nivel nacional como local; por ejemplo, en el punto álgido del brote, muchas ciudades impusieron toques de queda estrictos a sus ciudadanos. Pero la compensación no fue tan devastadora como en la provincia de Hubei, que, a pesar de la gran ayuda del resto de China, sufrió mucho mientras ayudaba a frenar la propagación de la enfermedad en todo el país.

Mitigar el impacto de este shock severo requiere brindar apoyo a los más vulnerables.

Esto deja en claro que, a medida que la pandemia se apodera de todo el mundo, los más afectados, dentro de los países pero también en todos los países, necesitarán apoyo para ayudar a contener el virus y retrasar su propagación a otros.

Altos precios

El brote trajo terribles sufrimientos humanos en China, como sigue ocurriendo en otros lugares, junto con importantes costos económicos. Según todos los indicios, la desaceleración de China en el primer trimestre de 2020 será significativa y dejará una marca profunda en el año.

Lo que comenzó como una serie de interrupciones repentinas en la actividad económica, rápidamente atravesó la economía y se transformó en un shock total que simultáneamente impedía la oferta y la demanda, como se ve en las muy débiles lecturas de enero a febrero de la producción industrial y las ventas minoristas. El shock del coronavirus es severo incluso en comparación con la Gran Crisis Financiera en 2007-08, ya que golpeó a los hogares, las empresas, las instituciones financieras y los mercados al mismo tiempo, primero en China y ahora en todo el mundo.

Acción rapida

Mitigar el impacto de este shock severo requiere brindar apoyo a los más vulnerables. Los responsables políticos chinos se han dirigido a los hogares vulnerables y han buscado nuevas formas de llegar a las empresas más pequeñas, por ejemplo, renunciando a las tarifas de seguridad social, facturas de servicios públicos y canalizando el crédito a través de empresas fintech. Otras políticas también pueden ayudar. Las autoridades rápidamente organizaron créditos subsidiados para apoyar la ampliación de la producción de equipos de salud y otras actividades críticas involucradas en la respuesta al brote.

Salvaguardar la estabilidad financiera requiere una acción asertiva y bien comunicada. Las últimas semanas han demostrado cómo una crisis de salud, aunque sea temporal, puede convertirse en un shock económico donde la escasez de liquidez y las interrupciones del mercado pueden amplificarse y perpetuarse. En China, las autoridades intervinieron temprano para respaldar los mercados interbancarios y brindar apoyo financiero a las empresas bajo presión, al tiempo que permitieron que el renminbi se ajustara a las presiones externas. Entre otras medidas, esto incluyó guiar a los bancos para trabajar con los prestatarios afectados por el brote; incentivar a los bancos para que otorguen préstamos a empresas más pequeñas mediante fondos especiales del banco central de China; y proporcionar recortes específicos a los requisitos de reserva para los bancos. Empresas más grandes, incluidas las empresas estatales,

Por supuesto, algunas de las herramientas de ayuda vienen con sus propios problemas. Por ejemplo, permitir a una amplia gama de deudores más tiempo para cumplir con sus obligaciones financieras puede socavar la solidez financiera más adelante si no se dirige al problema en cuestión y tiene un tiempo limitado; el crédito subsidiado puede ser mal asignado; y mantener vivas a las empresas que ya no son viables podría frenar el crecimiento de la productividad más adelante. Claramente, siempre que sea posible, el uso de instrumentos bien dirigidos es el camino a seguir.

No ha terminado

Si bien hay signos tranquilizadores de normalización económica en China (la mayoría de las empresas más grandes han informado de que reabrieron sus puertas y muchos empleados locales han vuelto a sus puestos de trabajo), persisten los riesgos. Esto incluye nuevas infecciones que aumentan nuevamente a medida que se reanudan los viajes nacionales e internacionales. Incluso en ausencia de otro brote en China, la pandemia en curso está creando riesgos económicos. Por ejemplo, a medida que más países enfrentan brotes y los mercados financieros mundiales giran, los consumidores y las empresas pueden permanecer cautelosos, deprimiendo la demanda global de bienes chinos justo cuando la economía está volviendo al trabajo. Por lo tanto, los responsables políticos chinos deberán estar preparados para apoyar el crecimiento y la estabilidad financiera si es necesario. Dada la naturaleza global del brote, muchos de estos esfuerzos serán más efectivos si se coordinan internacionalmente.

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