Se prevé para los próximos días más marchas y manifestaciones con reclamos orientados a las políticas de género con vistas al 8 de marzo, Día Internacional de la Mujer, fecha para la que organizaciones feministas convocaron a marchar el domingo y a un paro el lunes 9.
Un total de 29 manifestantes fueron detenidos anoche por la policía chilena en la tradicional Plaza Italia, en el centro de Santiago, en nuevas protestas sociales que hicieron foco en la degradada figura del presidente Sebastián Piñera pero también en rechazo a la presentación en el parlamento de la ministra de la Mujer, Isabel Plá.
La confirmación de las detenciones la hizo la propia jefatura de Carabineros, que aclaró no obstante que se trató de integrantes de la denominada “primera línea” en las protestas, y que según el enfoque policial no se trata de manifestantes sino de «delincuentes».
«Son delincuentes, son personas que estaban lanzando piedras, lanzando objetos contundentes a Carabineros con intención de dañarlos, estaban dañando el entorno y quitándoles el derecho a vivir en paz y tranquilidad a nuestros vecinos”, dijo el portavoz policial, general Mauricio Rodríguez.
Según la versión de Carabineros, los detenidos son integrantes de la “primera linea” del movimiento social, encargados de contener a los uniformados para evitar que avancen hacia las manifestaciones.
El jefe policial hizo referencia a las nuevas estrategias de Carabineros, destinadas por lo que dio a entender a hacer inteligencia y detener a los manifestantes expuestos en lo que llaman «la primera línea» en las protestas que desde octubre último vienen desarrollándose en todo el país en reclamo de reformas profundas en distintas áreas de gobierno y en la Constitución, que data de la dictadura pinochetista (1973-1990).
Sin embargo, según lo informado por las mismas fuentes oficiales, entre los detenidos habría niños y adolescentes, y la fiscalía ya está trabajando en la investigación.
Antes de que termine el fin de semana el gobierno espera que sea votada en el Congreso la paridad de representación para la convención constituyente, para descomprimir al menos en algún punto las manifestaciones feministas.
La ministra de la Mujer y la Equidad de Género, Isabel Plá, tuvo que asistir ayer a una interpelación en el Congreso para responder a los cuestionamientos de la oposición por las violaciones a los derechos humanos que decenas de mujeres denunciaron desde el estallido social del pasado 18 de octubre.
La interpelación, a cargo de la diputada opositora Camila Rojas, estuvo marcada por las manifestaciones en las graderías de la Cámara de Diputados, que llevaron a interrumpir la sesión por algunos minutos.
La ministra se defendió de las preguntas y ante cada respuesta el público, en su mayoría mujeres, que llenó las tribunas de la Cámara de Diputados, se expresaba cada vez de una forma más enérgica.
Las partidarias del gobierno aplaudían cada respuesta de Plá, mientras que las integrantes de organizaciones feministas se tapaban un ojo o los oídos, en clara referencia a los cientos de personas con heridas oculares y auditivas registradas durante las manifestaciones por parte de Carabineros y Fuerzas Armadas.
Plá remarcó que desde el 18 de octubre monitorearon las distintas situaciones que vivieron las mujeres tanto desde su cartera como en coordinación con el Instituto Nacional de Derechos Humanos, para hacer una efectiva defensa de las víctimas, aunque reconoció que ha habido tratos indebidos hacia mujeres por los uniformados y espera que los responsables paguen por ello.
En la sesión fue aprobado un acuerdo para proponer al gobierno una reforma a Carabineros para que no se repitan los hechos de violencia sexual, además de solicitar un fiscal especial por región para investigar los casos de violaciones a los derechos humanos de las mujeres.