Los problemas de calado de Puerto Quequén quedaron en el pasado gracias a la ampliación de la escollera sur (400 metros, con 11 metros de altura) terminada este año. El resultado: un ahorro de fletes por US$ 10 millones. Mar del Plata piensa en contenedores.
«El desafío que enfrenta ahora Quequén pasa por mejorar sus estándares de calidad y seducir tanto a la carga como a los armadores», indicó Mario Goicoechea, presidente del consorcio de gestión del puerto. Para ello encargó un plan estratégico a la UBA que comienza en octubre, y otro al Centro de Estudios Estratégicos para el Desarrollo Sostenible (Ceeds), del ITBA, para relevar los costos portuarios y llegar a un nuevo cuadro tarifario.
Por su parte, Mar del Plata quiere diversificar su negocio en contenedores (hoy el 100% corresponde a pescado; ya logró importaciones de café por parte de Cabrales), para lo cual también recurriría al ITBA para elaborar un plan estratégico, según anticipó Eduardo Pezzati, titular del consorcio de gestión marplatense.
«La idea es reconvertir el espigón 3, que tiene un elevador de granos que mueve muy poco; culminar con la remoción de cascos hundidos [se sacaron 18 y quedan 9] para ganar espejos de agua y hacer muelles adicionales», señaló, y agregó, con mucha razón: «Mar del Plata no resigna su potencial como terminal de cruceros». (LA NACIÓN)
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