Empresarios del sector expresaron su preocupación respecto de cómo se implementará el sistema de subsidios con el traspaso a la Provincia. Además, advirtieron que podrían reducirse las frecuencias para compensar los costos.
Las ciudades del interior bonaerense están sumidas en un conflicto salarial entre la Unión Transportista Automotor y las cámaras de transporte, que ha provocado varios días de paro en el turno noche. Unos y otros reclaman mayor claridad a la Provincia y a la Nación respecto de la política de subsidios que se implementará en 2019. Y expresan su preocupación por la posibilidad de que el boleto mínimo se dispare hasta los 40 pesos.
Las dudas surgieron una vez que se verificó que el Presupuesto Nacional para 2019 no contempla los subsidios al transporte para pasajeros de corta y media distancia, a partir de la decisión del oficialismo de trasladar esa responsabilidad a las provincias. En el Gobierno bonaerense calculan que se destinará entre 25 y 30 mil millones de pesos, pero todavía no hay precisiones.
Con subsidio, el precio del combustible va de los 10 a los 11 pesos, más flete, en promedio, según precisaron a INFOCIELO desde el sector. No es el único gasto: hay sumarle un Régimen de Compensación Complementaria, destinados al área metropolitana, y la Compensación Complementaria Provincial, vinculada al interior. Tampoco se sabe cómo se implementará la tarifa diferencial que recién beneficiarios de pensiones, jubilaciones y programas sociales que se implementan a través de tarjeta SUBE, que rige para ciudades como Bahía Blanca, Necochea u Olavarría.
Si el Estado Provincial decide discontinuar con estos aportes, el precio del boleto podría subir más del 100% a partir del 2 de enero y superar los 40 pesos. “Sería bueno que le den una formalidad a esta política ya que el operador de la empresa de transporte no puede planificar nada”, explicaron de Cámara de Transportadores por Automotor de Pasajeros del Interior Bonaerense.
Los subsidios no son, de manera alguna, un “complemento” para las empresas. Por el contrario, son esenciales para subsistir. “¿Nos van a tratar cómo cualquier otro proveedor de la Provincia que demora en cobrar? Nosotros dependemos de los subsidios para pagar los sueldos. Cuando se retrasa el subsidio se retrasa el pago de sueldos”, agregó otro empresario del sector.
Los últimos aumentos de combustibles provocaron que el precio del gasoil llegue a los 35 pesos, es decir que entre una automovilista común y una empresa de transporte la diferencia es de 25 pesos. “Desde YPF no dicen que somos un clavo”, admitió otra fuente transportista a este portal, y explicó que, si el Gobierno Nacional no presiona a las Petroleras, no habría precio diferencial.
El interrogante que abre es sobre el poder de negociación que tendrá la Provincia con las diferentes productoras de combustibles. Empresarios del sector explicaron que si se quita los subsidios, el sistema podría colapsar. “Si cobramos un boleto a 40 pesos nadie va tomar el colectivo, lo que provocaría que tengamos que reducir el personal y achicar el servicio”, explicaron. En el sector aseguran que están intranquilos porque que no pueden calcular la cadena de costos. “Incrementaron los insumos, los solarios, todo tipo de gastos”, se quejaron.
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