domingo, noviembre 24, 2024

Agro, Ecología, Nacionales

El gobierno argentino presentó pautas para la aplicación de fitosanitarios

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Tres meses después de haber anunciado la creación del Grupo de Trabajo Interministerial, a través de la resolución 1/2018 publicada en el Boletín Oficial, se presentó el documento final con las recomendaciones sobre aplicaciones fitosanitarias.

El informe fue presentado durante una conferencia de prensa, a la que asistieron los ministros de Agroindustria, Luis Miguel Etchevehere; de Ambiente y Desarrollo, Sergio Bergman y de Ciencia, Tecnología e Innovación Productiva, Lino Barañao, entre otros.

En el marco de las Buenas Prácticas Agrícolas y tras haberse cumplido el plazo de 90 días, el gobierno argentino presentó el informe de aplicación de fitosanitarios.

El documento fue elaborado en conjunto por el Grupo de Trabajo Interministerial, conformado por los ministerios de Agroindustria, de Ambiente, de Salud y de Ciencia, Tecnología e Innovación Productiva, como así también por el Consejo Federal de Medio Ambiente (Cofema), el Consejo Federal Agropecuario (CFA), el INTA y el Senasa.

Buenas Prácticas Agrícolas

Durante la presentación oficial del informe, Etchevehere resaltó el “fuerte compromiso del gobierno nacional por continuar fortaleciendo las políticas e instituciones agropecuarias nacionales para la buena gestión de los fitosanitarios, basadas en las Buenas Prácticas Agrícolas”.

El ministro de Agroindustria también destacó la “sinergia entre los diferentes equipos del gobierno”. Además, explicó que, para llevar a cabo el informe, los diferentes representantes, trabajaron en conjunto y acordaron los principios fundamentales que deben regir la producción sostenible.

Por su parte, el ministro Bergman explicó que el trabajo llevó meses y estuvo basado en la recopilación. También hizo mención a la necesidad de llevar a cabo debates basados en evidencia científica, a fin de evitar todo tipo de discusión ideológica que dé lugar a la desinformación. En ese sentido, Bergman dejó en claro que la producción es un elemento central para “salir de la pobreza”, por lo que se necesita “solidez y contundencia” a la hora de establecer los principios que guíen las prácticas agrícolas.

En esa misma línea, el ministro remarcó que este tipo de debates, deben ser asumidos de una manera proactiva. También concluyó que es necesario desplegar las buenas prácticas para que todos aquellos que las lleven a cabo puedan regirse por “el mínimo denominador común”.

El ministro Barañao, también hizo referencia a la necesidad del país de contar con una regulación con respecto a la utilización de fitosanitarios. En ese sentido, explicó que “Argentina es muy dependiente de la agricultura para el buen desenvolvimiento de su economía”, por lo que “el desarrollo de estas capacidades es fundamental para el desarrollo sostenible de la agricultura”.

12 principios

En concreto, los 12 principios enumerados en el documento final sirven como una guía para orientar a las políticas públicas, hacia el debido cuidado de la salud, del ambiente y de la producción agrícola. Lo importante es que dichos principios están fundados en la ciencia y en el conocimiento tecnológico. Dejando de lado así, a todo tipo de ideología y especulación, para darle un marco a las prácticas.

El documento también introduce 23 recomendaciones para mejorar las políticas públicas. Las mismas están dirigidas al “fortalecimiento de la articulación institucional, del monitoreo ambiental, de los procedimientos para prevenir efectos no deseados en la salud y el ambiente, de la capacitación, de la comunicación pública, del fomento de las buenas prácticas y de la autogestión del sector privado”.

Otras propuestas

El grupo interministerial, aconsejó también que, en los próximos 30 días, se lleve a cabo una revisión del documento en las provincias y expresó que luego de este plazo, se tomarán en cuenta las observaciones pertinentes.

Además, se le recomienda a los Ministerios de Agroindustria y de Ambiente y Desarrollo Sustentable a “impulsar en el Congreso de la Nación, una ley sobre aplicación de fitosanitarios, complementaria de la regulación sobre registro de productos y de la ley sobre envases vacíos de fitosanitarios”.

El informe también propone la creación de una Plataforma de Buenas Prácticas Agrícolas (BPA), con el fin de llevar a cabo la ejecución de los programas referidos a la aplicación de fitosanitarios de las diferentes instituciones públicas y privadas, nacionales y provinciales.

Esta plataforma deberá funcionar como una fuente de referencia nacional, sobre los conocimientos y las tecnologías que mejoren las buenas prácticas y la adopción de las mismas.

Salud y agroquímicos

El trabajo interministerial de Buenas Prácticas Agrícolas y aplicaciones fitosanitarias, surge en medio de un creciente debate con respecto a la utilización de agroquímicos y las posibles consecuencias que estos podrían tener para la salud.

Es por eso que el rol del ministro de Salud, Rodolfo Rubinstein, en la creación de este documento, es clave. Durante la conferencia de prensa, Rubinstein expresó que celebra la iniciativa interministerial y que desde el ministerio que encabeza, apoyarán “con compromiso técnico y principalmente desde la vigencia epidemiológica”, todas las instancias que requiera el proceso.

El caso del glifosato

Uno de los principales casos que ha impulsado el debate con respecto a la utilización de agroquímicos y su impacto para la salud, es el del glifosato, el herbicida más utilizado en el mundo.

En los últimos meses, en Argentina se han aprobado ciertas restricciones con respecto al uso de este producto, generando el descontento de los productores agrícolas, quienes manifestaron que el debate tiene un tono ideológico y político.

Tanto Rosario como Gualeguaychú, ya anunciaron la prohibición del glifosato, luego de que el herbicida fuera acusado de causar cáncer, intolerancia al gluten y malformaciones congénitas.

En 2015, el glifosato fue marcado por la Agencia Internacional para la Investigación sobre el Cáncer (IARC), como “probablemente cancerígeno”. Para la Argentina, esto significó una señal de alerta, ya que el país es uno de los principales consumidores del herbicida. Sin embargo, poco después, otros estudios desestimaron el informe de la IARC. Tanto la Autoridad Europea en Seguridad de los Alimentos (EFSA), como la Agencia Europea de Sustancias y Preparados Químicos (ECHA), como así también la Agencia estadounidense de Protección Ambiental (EPA), entre otras, presentaron estudios demostrando que no existe una relación entre el glifosato y el cáncer.

Además, una investigación conducida por la agencia de noticias Reuters, reveló que la IARC editó ciertos hallazgos de un borrador de su investigación sobre el herbicida, que estaban en contra de la conclusión final que establecía que el glifosato podría llegar a provocar cáncer. Según Reuters, el borrador sufrió cambios significativos y eliminaciones antes de ser publicado.

Mientras en Argentina, todavía se discuten los efectos de este agroquímico para la salud, en noviembre de 2017, las autoridades de la Unión Europea resolvieron extender la autorización del glifosato hasta el 22 de diciembre de 2022. La resolución fue aprobada por 18 Estados nacionales, luego de que las autoridades europeas concluyeran que no existe relación entre el glifosato y el cáncer.