lunes, noviembre 25, 2024

Internacionales

EL MUNDO: Zonas de México como Irak o Somalia, avisa EEUU

Sharing is caring!

Las autoridades de Estados Unidos clasificaron a algunas zonas de México en la categoría de máximo peligro, al mismo nivel que países en guerra como Irak y Somalia, en su nuevo ranking de lugares que no recomienda visitar a sus ciudadanos.

La lista de sitios que el Departamento de Estados aconseja no acudir incluye en primer lugar estados con altos índices de violencia como Colima (occidente), Guerrero y Michoacán (sur) y Sinaloa y Tamaulipas (norte).

El ranking pone en la categoría 4, la máxima, a estas provincias, en la misma calificación donde también se pueden hallar algunas zonas de Irak y Somalia.

Sin embargo, en el nivel tres, que equivale a «reconsiderar el viaje», se colocan otras zonas altamente volátiles como Chihuahua, Coahuila, Durango, Nuevo León y Sonora (norte), Estado de México, Morelos y San Luis Potosí (centro), así como Jalisco y Nayarit (occidente). La buena noticia es que dos de los estados que reciben al mayor flujo de turistas estadounidenses, Quintana Roo (donde se ubican paraísos como Cancún, Playa del Carmen y Cozumel) y Baja California Sur (donde se encuentran populares centros veraniegos como Los Cabos y La Paz), quedaron en la categoría 2, que aconseja viajar «con precauciones».

El ministerio de Turismo relativizó las alertas de viaje que cada año ponen a temblar a las zonas involucradas porque influyen fuertemente en las decisiones adoptadas por los paseantes para pasar sus períodos vacacionales, lo que implica pérdidas o ganancias monetarias.

La dependencia señaló que 5 de los destinos que reciben al 80% de los visitantes extranjeros (Cancún, Riviera Maya, Los Cabos, Vallarta-Riviera Nayarit y Ciudad de México) quedaron fuera de la «alerta máxima» lanzada por Estados Unidos.

La subsecretaria de Estado asistente del Buró de Asuntos Consulares, Michelle Bernier, afirmó que el nuevo ranking pretende asegurar «que el público estadounidense que viaja esté al tanto de todas las restricciones y reglas» que los diplomáticos de ese país se imponen a sí mismos.

Algunas zonas de México como Cancún, bañado por las aguas turquesa del Caribe, el paraíso turístico más visitado por extranjeros cada año (19 millones sólo en 2016), se han visto golpeadas por la ola criminal que azota al país.

Otra zona golpeada por el crimen es el centro veraniego de Los Cabos, estado de Baja California Sur, que se ubica en los primeros lugares en el mapa de violencia y que es un popular destino para los estadounidenses en busca de sol y arena.

Están también centros tradicionales de esparcimiento como Puerto Vallarta, estado occidental de Jalisco, y sobre todo Acapulco, estado sureño de Guerrero, donde desde hace una década prácticamente no hay visitantes extranjeros y los mexicanos suelen acudir en cantidades mucho menores que en el pasado.

En 2017, México registró más de 3.000 asesinatos intencionales, la cifra más alta de su historia y en octubre pasado se registró el índice de homicidios más elevado en dos décadas.

Desde que el gobierno lanzó su campaña anticrimen, con el respaldo del Ejército y la Marina, se contabiliza la macabra cifra de 235.000 muertos y unos 30.000 desaparecidos, y se han elevado las quejas de organizaciones humanitarias por violaciones a los derechos humanos de parte de militares y policías. Además de Estados Unidos, otras naciones como Canadá y Reino Unido han han emitido advertencias a sus ciudadanos para que extremen precauciones en sus viajes a México .

El temor a llegar a este país con fines de placer se refleja ya en algunas estadísticas oficiales.

Por ejemplo, el ministerio de Turismo señaló que los visitantes extranjeros que entraron a México redujeron su gasto por primera vez en seis años entre enero y julio de 2017, al menor nivel en tres años. El alerta de viaje generó inmediatas reacciones entre las autoridades involucradas como las de Guerrero, donde el vocero de seguridad, Roberto Alvarez, señaló que «es altamente preocupante» porque podría provocar «una disminución del turismo extranjero».

El gobierno de Sinaloa discrepó de las advertencias estadounidenses y el de Tamaulipas las calificó de «exageradas».  (ANSA).