Recuperando el tradicional espíritu del Festival Infantil de Espectáculos para Niños, Necochea vivió una noche mágica que ni la tenue lluvia logró empañar, donde las luces en una noche especial fueron las grandes protagonistas.
La alegría de los chicos, la satisfacción de los grandes y el esfuerzo de muchos necochenses que trabajaron durante muchos meses para lograr el objetivo fue conmovedor.
Este es el espíritu que se necesita para que renazca uno de los Festivales más longevos de América Latina, tener ganas de participar y sentir que quienes no lo hicieron algo importante se perdieron y quizás en la próxima edición no quieran perdérselo.
El Centro Cultural Municipal, la Escuela Provincial de Arte «Orillas del Quequén» y los distintos gimnasios que se unieron para ofrecer un espectáculo de alta jerarquía fueron los grandes protagonistas de una noche mágica.
Necochea se volvió asentir niña, mágica y alegre. El espíritu de un gran evento se volvió sentir en la gran cantidad de gente se se hizo presente en la avenida Pinolandia, un lugar excelente para el espectáculo que se brindó.
Volvió a pleno el Festival Infantil y Necochea volvió a sonreir. Sobre todo los más chicos, locales y turistas. Enhorabuena.