Este 8 de marzo, las docentes universitarias y preuniversitarias, vamos al paro de mujeres en el marco del Día Internacional de la Mujer Trabajadora.
Esta es una jornada de lucha en la que ponemos una vez más en debate las condiciones de desigualdad que sufrimos en el ámbito laboral y en nuestra vida cotidiana por el sólo hecho de ser mujeres.
Tal como definió el Plenario de Secretarías Generales de nuestra Federación, CONADU Histórica, el paro se realizará en las distintas universidades con la modalidad que cada asociación de base defina, sumándonos a las movilizaciones convocadas para la jornada.
En este próximo 8 de marzo – como en todos -, traemos a la memoria a las 129 trabajadoras textiles de Nueva York que en 1908 murieron en un atroz incendio provocado por la patronal de la Cotton Textile Factory, en el marco de la huelga por el descanso dominical, la jornada de trabajo de diez horas y salarios iguales a los de sus compañeros varones, entre otros reclamos.
Motivos para parar sobran.
Salimos principalmente junto a todo el movimiento de mujeres y disidencias a denunciar que la política de ajuste, tarifazos, despidos, endeudamiento, desocupación, inflación y conculcación de derechos de este gobierno, agrava todas las condiciones de vida del pueblo en general, pero impacta severamente en las mujeres, en particular las más jóvenes.
El aporte de las mujeres a la economía mundial está en boca de todas las gestiones. Sin embargo, observamos que, en nuestro país, más del 40% de las familias son sostenidas por mujeres, en un mercado laboral que les sigue asignando los trabajos más precarizados y peor remunerados, sean formales o informales.
Porque la brecha salarial entre lo que perciben los varones con relación a las mujeres sigue siendo un 27% mayor, sin contar las tareas de cuidados (de hijos/as y familiares a cargo) y trabajo doméstico no remunerado que en un 80% recae en las mujeres. La pobreza, indigencia, desocupación y la violencia sexista nos oprime con crudeza.
En ese marco llevamos nuestras reivindicaciones específicas como docentes universitarias y preuniversitarias.
Porque las Universidades argentinas son ámbitos patriarcales en los que pese a ser mayoría las que ocupamos los cargos docentes, son los de menor jerarquía en el nomenclador (Auxiliares de 1ª y JTP) y somos quienes padecemos la falta de oportunidades para llegar a rectoras de UUNN, decanas, directoras de departamentos y escuelas preuniversitarias.
Espacios todos que son ocupados mayoritariamente por docentes varones. Reclamamos la paridad de género en los órganos de co-gobierno universitario, y la igualdad en el acceso a los cargos de mayor jerarquía y toma de decisión.
Paramos porque seguimos enfrentando las prácticas de abuso de poder, violencia y discriminación sexista que atraviesan la vida cotidiana universitaria y preuniversitaria.
Paramos porque en las escuelas preuniversitarias (donde somos más de 60% de la planta), seguimos sin gozar de derechos ciudadanos.
Paramos porque seguimos exigiendo la aplicación efectiva del Convenio Colectivo de Trabajo, con presupuesto que contemple la carrera docente con criterios de paridad y equidad, para cubrir suplencias para los cargos en licencia, contemplar licencias por violencia de género, la construcción de jardines materno-parentales para trabajadoras y estudiantes, para que se apliquen los protocolos contra la violencia sexista donde existen y para que se sancionen donde aún no, con gabinetes con profesionales rentados que tengan perspectiva de género.
Paramos porque queremos una Universidad inclusiva de la diversidad sexual y las disidencias, que despliegue políticas no discriminatorias y por el cupo laboral trans en las instituciones universitarias.
Paramos también por la incorporación de la perspectiva de género en el Convenio Colectivo de Trabajo y en los estatutos de nuestros sindicatos, así como el abordaje de la misma en las currículas de todas las carreras de forma transversal y la inclusión de la ESI en la Universidad.