Un informe elaborado por el Departamento de Economía de Coninagro advirtió que el nuevo aumento en los precios de los combustibles le generará al sector agropecuario un gasto extra en torno a los $ 3.018 millones.
Esto porque el precio del gasoil -que es el principal insumo de los productores- subió este domingo un 4,5% y lleva acumulado un 28% en lo que va del año (luego de la liberación del mercado hubo dos subas en poco más de un mes).
«La agricultura utiliza tranqueras adentro 1.034 millones de litros de gasoil. Este dato incluye laboreos, siembra, fertilización, pulverización, cosecha, transporte de insumos y movimientos dentro del campo», indicó Coninagro en un comunicado.
«El costo de combustible tiene doble impacto, por un lado, lo afecta a los costos productivos y por el otro lado al costo de fletes de insumos y productos. En definitiva, los aumentos anunciados afectan a toda la cadena productiva», sostuvo Coninagro.
La entidad que preside el mendocino Carlos Iannizzotto señaló además que «estas decisiones deben trabajarse con más tiempo para no perjudicar al motor de la economía que hoy genera la mayor cantidad de ingresos para el país».
El presidente de Confederaciones Rurales (CRA), Dardo Chiesa, contó que «este año el sector agropecuario transfirió $ 13.000 millones adicionales por las subas del gasoil». «Cuando aumenta el combustible suben los costos del campo y del transporte», agregó.
El dirigente rural se quejó porque «el Gobierno nacional dijo que la política de actualización de precios de los combustibles iba a ser previsible y lo que está ocurriendo es todo lo contrario porque es absolutamente imprevisible».
La bronca de los productores pasa también porque este último incremento se da justo en plena cosecha de soja y maíz. Además, en enero próximo comienza la siembra de trigo que, según estiman los operadores privados, podría ser récord.
En tanto, según pudo averiguar LPO, en Federación Agraria (FAA) también tomó por sorpresa el aumento en el precio del gasoil, al tiempo que aseguraron que se trata, en definitiva, de otro golpe al bolsillo de los productores.
En rigor, en esta entidad hacen referencia al aumento en el impuesto inmobiliario rural que se acaba de definir en algunas provincias: en Buenos Aires, por ejemplo, la suba llega al 50%; en San Luis al 40%; y en Córdoba al 38%.
En la Sociedad Rural (SRA), por su parte, aún no emitieron opinión sobre el aumento en el precio de los combustibles y resta por ver la actitud que tomará el nuevo presidente Daniel Pellegrina, quien fue el segundo del ministro Luis Miguel Etchevehere.
También en el interior productivo la bronca por esta suba es importante. Raúl Robín, presidente del área de Economías Regionales de la CAME, consideró que «es un golpe duro para el campo que consume un tercio del gasoil que se consume en la Argentina».
«Los pequeños y medianos productores se ven muy perjudicados cuando se toman este tipo de decisiones», afirmó Robín. «El gasoil es un insumo constante para el sector y lo ideal es que haya una política que de previsibilidad y estabilidad de precios», añadió.
Por último, en el campo aseguran que si al aumento de combustibles y del Inmobiliario Rural se le suma la baja en el precio del dólar (que cerró este lunes en $ 17,32), está claro que la ecuación de rentabilidad comenzó a complicarse seriamente en el sector.
LPO
