El expresidente Sebastián Piñera ganó la primera vuelta electoral en Chile, con el 36,66% de los votos y ahora deberá ir a balotaje con el candidato de la izquierda oficialista, el senador independiente Alejandro Guillier.
Los resultados oficiales del Servicio Electoral, escrutadas el 73,82% de las mesas receptoras, registraron 4.830.447 votos válidos, 47.555 (0,97) nulos y 28.938 (0,59%) blancos. La abstención bordea el 50%.
De este modo, la distancia entre Piñera y Guillier fue menor a lo que pronosticaban las encuestas y que preveían una amplia diferencia entre el exmandatario (más de 43% de las preferencias) y que casi superaba en el doble a Guillier (22,62%).
Las proyecciones también erraron en la adhesión que lograría la periodista Beatriz Sánchez, del naciente Frente Amplio, a quien no le daban más del 13% y, en cambio, debutó con un 20,39%, consolidándose como la tercera fuerza política del país.
Otra sorpresa fue el cuarto lugar para el candidato del pinochetismo, el diputado José Antonio Kast, el cual obtuvo el 7,85%, lo que le da un fuerte poder de negociación frente al postulante de la centroderecha, Sebastián Piñera. Al quinto lugar fue desplazada Carolina Goic, la senadora demócrata cristiana, fuerza que optó por el camino propio e fue con una lista separada de la izquierda oficialista, sumando apenas 5,9%.
Goic reconoció esta noche que fue «un mal resultado» aunque dejó para más adelante el análisis de la votación. Felicitó a Guillier por pasar a segunda vuelta, como también la alta adhesión ciudadana conseguida por Beatriz Sánchez.
Décimas más abajo llegó Marco Enriquez Ominami, 5,66%, quien en su tercer intento presidencial no logró igualar el 20% obtenido en 2009 ni tampoco el 10% de 2013. El ex diputado, que renunció hace ocho años al Partido Socialista para formar el Partido Progresista, adelantó su respaldo a Guillier en segunda vuelta.
Los dos candidatos de la ultraizquierda Eduardo Artés, de la Unión Patriótica, y el senador Alejandro Navarro, consiguieron una votación marginal de 0,53% y 0,37%, respectivamente.
La presidenta Michelle Bachelet sostuvo que «la voz de Chile ha sido clara» y afirmó que «se abre al país una nueva elección, cuyo resultado está abierto» en alusión al balotaje a disputarse el 17 de diciembre.
La gobernante invitó a la ciudadanía a reivindicar «el valor del voto y la soberanía de los ciudadanos» añadiendo que «la tarea es ardua y requiere más de un gobierno para mantener los cambios».
Bachelet se comprometió «a trabajar incansablemente» hasta el último día de su gobierno. Simultáneamente, Piñera destacó el triunfo en primera vuelta y llamó a trabajar unidos para alcanzar «tiempos mejores».
«Recibo este triunfo con mucha humildad, y con mucha esperanza» y reivindicó «la misión» de defender los valores de la vida y del humanismo cristiano», en un implícito guiño de la DC.
Saludó la votación obtenida por el diputado José Antonio Kast, quien renunció a la Unión Demócrata Independiente (UDI) para encarnar, según sus palabras, una candidatura auténticamente de derecha que reivindica a la dictadura. Los votos de este sector serán cruciales para las aspiraciones de Piñera de llegar por segunda vez a La Moneda, prevista para el próximo 17 de diciembre.
