Ya tiene la posesión precaria y está a la espera de que la Nación le avale un endeudamiento por $10 millones.
Dentro de 15 días, si el Ministerio de Economía de la Nación aprueba que Junín se endeude en $10 millones, la Municipalidad concretará su proyecto de ser la nueva dueña de la histórica bodega Carricondo. Este último paso fue confirmado por Gustavo Gil, titular de Desarrollo Económico de la Comuna.
«La Municipalidad es custodia de la posesión precaria, lo judicial ya está resuelto y ahora sólo estamos esperado que el Ministerio de Economía de la Nación defina si hay algún cuestionamiento sobre el endeudamiento. Ese plazo se vence el 10 de noviembre y no hay ningún planteo hasta ahora y creemos que no lo habrá», dijo el funcionario juninense al ser consultado ayer por este medio.
Si se cumple tal como lo han planeado, Junín podrá concretar un endeudamiento de $10 millones, a 5 años y con tasa 0, para ser propietaria de la bodega Carricondo, afrontar los pagos litigiosos y hacerse cargo del cuerpo del edificio y las instalaciones.
«La forma, los tiempos y el destino final que tendrá Carricondo ya son decisiones políticas del intendente Abed, pero ya muchos productores han manifestado su interés en elaborar allí», dijo Gil.
Con capacidad para elaborar 6 millones de litros de vino y 12 mil toneladas netas de mosto, la bodega Carricondo, ubicada en la calle Martínez y muy cerca del centro de la ciudad cabecera, está paralizada desde hace 9 años.
Actualmente hay unos 800 pequeños productores que tendrían la posibilidad de aprovecharla si se logra recuperarla.
La bodega, con denominación Pedro Carricondo SRL, fue fundada hace 90 años. En un momento Sabino Carricondo compró la mayor parte y pasó a ser el accionista principal. Ya en un pasado más o menos reciente, Sabino Carriondo decidió tomar un crédito para instalar una mostera. La bodega en ese tiempo trabajaba las 24 horas y hasta se envasaba en el lugar en tetrabrik.
El Fondo para la Transformación y Crecimiento dio el crédito pero por problemas burocráticos y una crisis financiera de la empresa que la hizo caer en convocatoria no se realizó el último desembolso. Y todo se derrumbó.
Al entrar en convocatoria la compañía, con domicilio legal en Necochea, decenas de proveedores, productores y otros prestadores no pudieron cobrar.
«Es un proyecto grande. Primero tratamos de negociar con el empresario, pero finalmente se dio así. La idea principal es ayudar a todos los agricultores de Junín. Son 1.700, de los cuales 800 son de menos de 5 hectáreas. Esto servirá como herramienta para la reconversión de los viñedos. Ya se ha reconvertido más del 60% pero aún falta un 40% y de esta manera podemos colaborar. El productor nos da uva o vino y nosotros le damos el crédito para que reconvierta y se tecnifique», dijo en su momento el intendente Mario Abed, cuando se anunció la gestión que estaba realizando la Comuna.
Durante el gobierno mendocino anterior, Junín pidió un crédito de $25 millones que finalmente no se pudo capitalizar. Hace unos meses, con aprobación de la Legislatura de Mendoza, la Municipalidad logró que los $6 millones de deuda que tenía el Fondo para la Trasformación y que lo constituía en el principal acreedor pasaran a manos del departamento. Fue el primer paso.
Ahora se aguarda el último paso: que el Ministerio de Economía de la Nación no ponga objeciones en el endeudamiento que debe tomar Junín. Esta aprobación se debe a que parte de los fondos que pone en juego la Comuna en el endeudamiento, a 5 años y a tasa 0, son en parte de regalías.
DIARIO UNO