El huracán Harvey, de categoría 4 en una escala de 5, se acerca a la costa central de Texas, en Estados Unidos, bajo la amenaza de «peligro extremo», con vientos de unos 200 kilómetros por hora e intensas precipitaciones.
Lo informó el Centro Nacional de Huracanes (CNH) y precisó que Harvey debería tocar tierra entre el viernes por la tarde y el sábado por la noche (hora local).
Se trata de la primera prueba para el gobierno de Donald Trump en materia de gestión de desastres naturales. La Casa Blanca pidió hoy a la ciudadanía de las zonas que podrían resultar afectadas por el huracán que respete las indicaciones de las autoridades locales.
El presidente «alienta a las personas que se encuentran en la ruta de esta peligrosa tormenta», precisó en una nota la Casa Blanca, que pidió «escuchar los consejos y órdenes de los dirigentes locales y estatales».
«La prioridad del presidente es la seguridad de la gente y de los socorristas», añadió el comunicado. «Quien ignore las órdenes podría quedar poner en peligro a sí mismo y a los socorristas», precisó la nota, que pidió a los estadounidenses que habitan en las áreas golpeadas a estar preparados y a visitar el sito web creado frente a esta calamidad (Ready.gov).
Trump evalúa proclamar el estado de «calamidad natural» solicitado por el gobernador de Texas, que junto al de Louisiana ya declaró el estado de emergencia por el huracán, que debería hacer sentir sus efectos incluso en las vecinas costas de Alabama y Florida.
En tanto, la televisión advierte en tiempo real sobre los peligros de la evolución del fenómeno y muestra el estado de situación: se ven las primeras evacuaciones voluntarias y obligatorias, las carreras a los negocios para hacerse de provisiones, las escuelas cerradas y los hospitales que transfieren a los pacientes de riesgo, mientras que los aeropuertos cancelan vuelos y otros sufren retrasos.
Incluso las refinerías de la costa suspendieron sus actividades y los operarios crearon verdaderas trincheras con sacos de arena para evitar la filtración de agua salada, mientras que se disparó el precio del combustible. El Ejército movilizó a 700 hombres y los pilotos de helicópteros UH-60 Black Hawk y UH-72 Lakota, estacionados en Austin y San Antonio, están listos para volar para los primeros socorros. En tanto, en México, tres estados ya toman recaudos teniendo en cuenta que Harvey amenaza golpear Tamaulipas, Coahuila y Nuevo León, fronterizos con Texas.
El Servicio Meteorológico Nacional (SMN), informó que autoridades de las tres provincias realizaban intensos preparativos para apoyar a la población que resulte afectada, en especial la habilitación de albergues.(ANSA).