El plan de desarme nacional tiene un promedio de entrega de 600 armas diarias, por lo cual los organizadores del programa aseguran que la experiencia es un «éxito». El plan fue lanzado el 10 de julio del año pasado y plantea que el que entregue un arma recibirá su cheque sin que nadie lo investigue. Se paga entre 100 y 450 pesos, depende del calibre entregado. Y el recorrido del arma termina, unos días más tarde, en una planta de fundición.
Los primeros números indican que entre la sede central del Registro Nacional de Armas (ReNAr) de Capital y la del Tiro Federal se recibieron unas 2.330 armas durante todo el año pasado. Lo realmente llamativo fue que la segunda localidad que más recibió fue Necochea, la ciudad donde vivía Alfredo Marcenac, el joven asesinado en junio de 2006 en plena avenida Cabildo. Allí sus padres y amigos fueron los impulsores del Plan.
Los organizadores explican que casi el 50% de las armas que se entregan estuvieron registradas hasta hace poco y otras tienen su documentación en regla. Desde el mes pasado, cabe recordar, el plan de desarme voluntario funciona en nuestra ciudad en la sede del Palacio Campodónico, en diagonal 79 y 5. La entrega es anónima, motivo por el cual no se exige la presentación del documento de identidad al momento de dejar el arma ni para el cobro del cheque. (QUILMES PRESENTE)