Por Horacio Castelli
El Frente para la Victoria no es el kirchnerismo, ni el peronismo, es también los independientes, radicales, socialistas que vieron que una gran parte del proyecto los representaba en sus pprincipios sociales.
Nuevamente el peronismo se asume como único representante del Frente para la Victoria y quiere obligar al resto de las fuerzas políticas y sociales a aceptar sin opinar las decisiones que se toman entre cuatro paredes con las fotos de Perón y Evita.
No es así como se construye una coalición política seria y esto fue lo que llevó, sin dudas, a la derrota del proyecto que comenzó en el 2003.
Como ha ocurrido tantas veces luego de una derrota, buscan las culpas afuera y no se miran para adentro, no permiten el análisis de los errores cometidos, prefieren hablar de “traiciones”.
Si de traición se quiere hablar, quizás tendrán que plantearse que pasó con la transversalidad que se construyó a partir de la convocatoria de Néstor Kirchner, que permitió el fortalecimiento de un sector importante de la sociedad que hasta ese momento no se sentía representada por las agrupaciones políticas tradicionales.
Luego del 2011, se acentuó el círculo cerrado representado por La Campora, que impidió a muchos dirigentes de otras tendencias acercar visiones distintas a las que se determinaban dentro de la Casa Rosada.
Esta decisión miope de mirar con un solo cristal la realidad, llevó a la derrota de un proyecto que cada vez más se basó en la figura de la Presidenta, sin permitir el crecimiento de otros dirigentes.
Grave error que parece quieren continuar perpetuando, toda vez que no desean internas y que la unidad se base en lo que decide un grupo de dirigentes que no representan el pensamiento total del Frente para la Victoria.
Todo proyecto que se base en una persona y su círculo íntimo está destinado al fracaso, más allá de las buenas decisiones o intenciones que se pregonen.
Siempre en algún punto se equivocan y comienzan a desviarse del camino trazado y prometido.
El proyecto que se tituló Nacional y Popular, en realidad fue “parcialmente” Nacional, porque se atacó a sectores, como Federación Agraria, que siempre trabajaron desde las bases a favor de los pequeños y medianos productores.
Si un gobierno logra unir en la misma lucha a la Federación Agraria con la Sociedad Rural, enemigos irreconciliables desde “El grito de Alcorta”, es que se están haciendo mal las cosas.
Quienes les plantearon esta situación fueron tratados de traidores y alejados inmediatamente de cualquier cargo que ostentaran, para hacer más cerrado el círculo alrededor de Presidencia.
Cristina Fernández, es un puntal importante del Frente para la Victoria, pero no es la única dirigente importante, y quienes se imploran su candidatura y el sometimiento a la unidad con fórceps están llevando a una nueva frustración a muchos argentinos que necesitan un espacio que los represente, pero que no les impida expresarse.
El kirchnerismo, se vuelve a equivocar al pensar en los salvadores, en lugar de fortalecer un proyecto que encierre a los argentinos que desean un país industrializado, sin perder la lógica de la producción primaria de alimentos.