lunes, noviembre 25, 2024

Castelli, Locales, Opinión

EDITORIAL: ¿Seguimos en la Necochea del “NO”?

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Por Horacio Castelli

El pedido de habilitación municipal para la apertura de un Mercado Integrador de Cadena Corta, cuyas siglas se conocen como MICC, ha desatado una serie de reuniones, opiniones y posturas que nos recuerdan a la Necochea que siempre primero dice que no, aunque no sepa de que se trata.

La ubicación del emprendimiento pertenece a una zona que está abandonada hace más de 20 años, y aunque pertenece a la Zona Industrial Portuaria, no impide la operatoria portuaria y beneficia a un sector importante.

Los fundamentos de quienes se oponen a su apertura, hasta el momento, no tienen demasiada lógica, ya que son subjetivas y no basadas en problemáticas reales.

Que el sector puede ser un sector importante de crecimiento portuario a futuro, queda desdibujado ante la realidad del abandono claro por más de 20 años y sin un solo proyecto presentado.

Otro de los argumentos es que su apertura puede producir el cierre de comercios, situación que ya se vislumbra sin que el MICC esté funcionando.

La explicación que allí no se venderá solamente producción hortícola y frutas que se producen en Necochea y la zona, sino también producción textil, que aquí no se fabrica no tiene sentido, porque los comercios actuales que venden textiles están en la misma situación.

Denunciar una posible “Saladita”, dentro del Mercado es, al menos, irresponsable, como suponer que sus propietarios van a impedir las inspecciones municipales, como si se tratara de una posibilidad.

Desde esta columna editorial, no estamos planteando la apertura, si o si, del MICC, pero no se puede aceptar que las negativas sean tan airadas, y con fundamentos tan débiles.

El principio fundamental de la actividad privada, es la competencia, y hasta el momento, con las presentaciones realizadas, no se puede decir que pueda ser desleal.

Si la ordenanza que se apruebe para la habilitación de este tipo de emprendimientos es clara, nadie tiene por qué oponerse, ya que la libertad de inversiones y de la actividad comercial no se puede negar.

Incluso, habría que recordarles a las autoridades de la Cámara Comercial e Industrial de Necochea y Quequén, que es la entidad que más se opone a la apertura del mercado, que años atrás terminó aceptando la aprobación de una ordenanza confeccionada especialmente para Supermercados VEA. Que, vale recordarlo, no la está cumpliendo.

Fue demasiado virulento el ataque de los comerciantes que se niegan a la apertura del MICC, como para pensar que sus argumentos se basan en la defensa de la economía lugareña y no en sus propios intereses.

La declaración de los daños económicos que este tipo de emprendimientos produciría en las ciudades que lo permitan no tiene ningún sentido, si las normas son claras y se cumplen los requerimientos legales que se exigen.

Incluso, hay bastante hipocresía en algunas manifestaciones que se han escuchado en los últimos días, porque no son pocos los que viajan a la CABA y ciudades del conurbano a adquirir mercaderías en las que despectivamente llaman “Saladitas”.

Quién puede asegurar certeramente que quienes desarrollen trabajos en el MICC, no van a contar con los aportes legales, que no se vayan a pagar los tributos y que se produzca abuso laboral.

Si eso ocurriera, como ocurre en muchos emprendimientos actuales, es responsabilidad de las autoridades competentes, no permitirlo.

Negarse a inversiones en el distrito, no es el camino lógico. Y por lo que se ha podido conocer públicamente y a través de los proyectos presentados, esta, es una inversión positiva para Quequén.