El camarista federal Eduardo Freiler asistió finalmente este martes a la Comisión de Acusaciones del Consejo de la Magistratura y denunció la existencia de un «dispositivo de disciplinamiento para que ningún juez levante voces altisonantes contra lo que quiere un gobierno».
Freiler presentó su descargo en el marco de un proceso de juicio político por presunto mal desempeño impulsado por el abogado Ricardo Monner Sans, pero tuvo una estrategia clara: se defendió de su presunto incumplimiento en las funciones pero dejó para la justicia las acusaciones por un supuesto enriquecimiento injustificado.
De todos modos, su hora de exposición le alcanzo a los consejeros del Frente para la Victoria-PJ para confiar en salvarlo de su destitución con el voto del académico Jorge Candis, aliado kirchnerista hasta 2015 pero tentado por el macrismo para cambiar de bando.
Otra apuesta de los K es convencer a los consejeros Leoónidas Moldes y Luis María Cabral, poco convencidos de avanzar contra sus colegas, sobre todos porque habrían participado de muchos viajes que se le endilgan a Freiler como parte de su mal desempeño.
El camarista hizo su presentación durante una hora ante la Comisión de Disciplina y Acusación del Consejo, donde planteó «la nulidad» del expediente en su contra.
El camarista presentó un voluminoso y detallado escrito, en el que abordó el eje central de la acusación en su contra, el presunto enriquecimiento ilícito», que se investiga en un juzgado penal.
Freiler intentó leer ante los consejeros la parte del informe sobre la casa en la que vive en Olivos y la forma en que la adquirió, pero el consejero Pablo Tonelli lo consideró «innecesario». Justificó esa actitud en que «todos los consejeros tienen a su disposición el informe para leerlo».
Freiler denunció «errores en la investigación del Consejo de la Magistratura» que «se podían haber solucionado con una simple acción». A modo de ejemplo, explicó que un informe de una empresa de telefonía celular indicaba que gastaba 35 mil pesos mensuales, pero en realidad se trataba de un «error», pues la cuenta era de 350 pesos.
«Hubiera sido fácil para ustedes no caer en este error», desafió el camarista, que también replicó las imputaciones sobre ausencias prolongadas e injustificadas en su despacho, viajes al exterior y las sospechas de «lujos asiáticos» y «vida ostentosa».
Freiler interpretó que el juicio político en su contra está relacionado con su postura en dos causas: Hotesur y la denuncia del difunto fiscal Alberto Nisman por «encubrimiento» del anterior gobierno sobre el atentado contra la AMIA.
En ese contexto, adjudicó a artículos periodísticos el impulso de causas que, luego, son recogidas por el Consejo «con el mismo lenguaje». «La apariencia de la verdad es más importante que la verdad misma», resumió.
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