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La semana comenzará con

dos nombres, Marcelo Ordoqui y

Ricardo Calcabrini, adhiriendo en

acción concreta al proyecto de

ciudad del intendente Facundo López,

sin dejar de lado sus ideas y convicciones.

¿Otros seguirán caminos parecidos….?

Por Miguel Abálsamo.

Cuando se producen dos actos, por un lado la racionalidad de dirigentes que apuestan a un proyecto colectivo, sin dejar sus convicciones, por otro cuando la apertura es imperante, termina conjugándose el verbo unir, algo no frecuente muchas veces en un mar de divisiones y egocentrismo  que suele ser el color de la política,  donde se privilegia a veces más  la exaltación por lo propio por sobre  el afán colectivo.

El doctor Facundo López va dando sus primeros pasos al frente de una Municipalidad que tomó en estado de crisis (por no exagerar adosándole hiper…) donde cada lugar era un desafío a tomar medidas urgentes, no es tiempo de esperas y mucho menos de temores. El intendente modeló en su génesis un compacto equipo en el Departamento Ejecutivo no preguntando de donde venían sino a donde vamos con un trazado camino, corregir defectos históricos en la administración pública, poner orden en muchos sectores, caminando una huella que pretende ser de crecimiento distrital a partir de inversiones, generación de trabajo ,apertura a los sectores que componen una comunidad, y unidad de los necochenses bajo una sola bandera ideológica que no es de derecha ni de izquierda, es de simple comprensión, la de una comunidad que pueda realizarse diariamente donde los temas más urticantes, inseguridad y desempleo, no tengan a un intendente ajeno a esas responsabilidades sino el contrario, al frente de las mismas.

Ricardo Calcabrini – Marcelo Ordoqui

Sumados a un proyecto de ciudad.

Aquello de la unión de pensamiento político no deber la servidumbre de la opinión como condición para un éxito de gestión es comenzado a verse como hecho concreto.

Dos dirigentes provenientes del Frente para la Victoria, el ex concejal Marcelo Ordoqui de Quequén y el actual edil Ricardo Calcabrini sin convertirse en adherentes de todo u olvidadizos del pasado reciente han acercado posiciones en referencia al modelo que hoy gobierna nuestro distrito.

Dos moderados, que nunca vieron desde el hombro la historia cuando fueron gobierno ni se resignan al ostracismo tan sólo porque cambia el andamiaje político, dos dirigentes que tienen como particularidad gestos de lealtad permanentes sin hacerlo con grandes manifestaciones o excesivas elocuencias sino con demostraciones reales en el momento que hacía falta y en el lugar indicado.

Ricardo Calcabrini no es sólo una verba florida que luce en reportajes o abre oídos en el Concejo Deliberante sino un peronista aggiornado a los nuevos tiempos, sin dejar de mantener aquella historia movimientista.

El lunes sobre el mediodía estaría ofreciendo una conferencia de prensa  (tal vez en la propia oficina del intendente municipal) anunciando su futuro camino que sería la concreción de un bloque unipersonal acompañando desde allí en forma individual muchas necesidades legislativas que la hora marca.

Marcelo Ordoqui, un hombre de Quequén, no de elevado perfil, más bien de trabajo silencioso, que supo en los momentos más triunfalista del Frente para la Victoria tener una visión más amplia y dialoguista, manteniendo distancia de sectores donde la verdad absoluta era lo único repetido, siendo un dirigente de apoyo a las ideas positivas de los últimos años pero también un crítico racional de lo que no se hizo bien.

El ex concejal en una primera instancia comenzará su labor en la parte de la Secretaría Privada municipal, como un primer paso a otras instancias de aquí a fin de año.

Calcabrini y Ordoqui están convencidos que hay mucho por hacer en el distrito, por sobre razonamientos provinciales y nacionales, los une ese sentir y también aquello de que Necochea no puede perder más tiempo, no hay lugar para enfrentamientos estériles que nos retrasa el futuro, y que cada uno desde su lugar debe aportar en los próximos tiempos para tener el distrito que nos merecemos.

Tal vez esta movida desafiante de cara a los nuevos tiempos de ambos dirigentes, sabiendo que en el camino encontrarán rosas y espinas, críticas positivas y negativas, puede marcar el camino a otros que en voz baja esgrimen los mismos pensamientos y  no afrontan lo nuevo de la misma manera.

Días atrás confesaba a este periodista un dirigente muy conocido, no componente del actual gobierno, que esta meditando el momento, algo que no es de fácil determinación pero tampoco lo es el estar atado a circunstancias en donde uno no se siente cómodo.

El distrito necesita de todos.

No sólo lo hacen nuestros dirigentes de mayor poder de resolución, lo componemos todos, no siendo este un momento para dubitativos o genuflexos, hay momentos en la vida donde valen las decisiones que uno siente.

Algunas veces hay que dejar el acostumbramiento y decidir por aquello en lo que uno esta convencido, siempre termina triunfando el que tiene claro adonde va, aunque el camino tenga obstáculos.

Calcabrini y Ordoqui comienzan a caminar otros senderos, anteponiendo el distrito por sobre partidos políticos o intereses individuales, ya habrá tiempo en el 2017 de pensar en nuevas elecciones, este año esta marcado por la estabilización política y la unidad de concepción para la acción intentando la transformación positiva de  nuestra comunidad mejorando  la calidad de vida de la  gente, que al fin y al cabo de esa se trata la política.

Han tomado una decisión.

La pregunta queda flotando…..

¿En el corto, o mediano plazo, le seguirán otros compañeros por esas mismas rutas?