Con el inicio del 2016, el Subprograma de Pesquería de Crustáceos Bento Demersales retomará en las próximas semanas, las campañas en el litoral de Mar del Plata y Mar Chiquita.
El objetivo es retomar la serie histórica de información que se colectó en el período 1950-70, comparar con los resultados actuales para determinar si se han producido cambios con el langostino y su ambiente, y a su vez comenzar las investigaciones para explicar las causas de la explosión de abundancia de langostino que se ha verificado durante los últimos meses, en el litoral bonaerense.
A bordo de los trackers Bernie y Willie, adquiridos hace un año por el Instituto Nacional de Investigación y Desarrollo Pesquero (INIDEP), el acceso a la franja más costera de nuestro mar resulta menos dificultoso, posibilitando la recopilación nueva información científica de interés para los investigadores.
Juan de la Garza, jefe del mencionado subprograma, informó que “si el clima acompaña”, en los próximos días saldrán las dos embarcaciones con su tripulación (el patrón, dos técnicos de la lancha y dos investigadores) a tomar nuevos datos, en pos de la construcción de una nueva base de datos espacio-temporal con los objetivos de colectar información reproductiva, alimenticia, genética y dinámica poblacional de los mencionados crustáceos.
Estas campañas costeras comenzaron en agosto del 2015 y esperan mantenerse mensualmente, aunque las cuestiones climáticas son las que terminan por definir la periodicidad. “No son embarcaciones en las cuales se pueda trabajar sin condiciones óptimas”, aclara de la Garza.
Al momento, los datos buscados son los que tienen que ver con la dinámica poblacional del langostino: se miden los ejemplares capturados y se evalúa su estadío reproductivo para calcular las tasas de crecimiento y hacer estudios reproductivos. También se hacen estudios de la alimentación del langostino; de la dinámica de los huevos y las larvas, y estudios oceanográficos para conocer las características del contexto ambiental de los cardúmenes localizados. También se estudian todas las especies que se capturan incidentalmente, se pesan y se trasladan a los laboratorios de nuestra sede en Mar del Plata para analizar las relaciones ecosistémicas.”
Los parámetros obtenidos podrán tener mayor sustento tras un año completo de obtención de datos, lo que permitirá confeccionar una serie de tiempo y una base de datos significativa.
Ha llamado la atención la talla de los ejemplares capturados: “Encontramos individuos grandes, muy grandes.
Tradicionalmente la pesquería local se sustentaba en tamaños comerciales pequeños a medianos, hasta la categoría denominada L3 (30 a 40 piezas por kilo).
En 2015aparecieron langostinos de talla comercial L1 (10 a 20 piezas por kilo), animales de largo total mayor a los 22/23 centímetros. Estos cambios llaman la atención.
En los últimos años estas tallas sólo eran localizadas en la Patagónica.
Actualmente abundan también en el litoral bonaerense y en el Golfo San Matías. Sin embargo existen algunos registros que reportan piezas similares en el litoral bonaerense hace varias décadas”.