El papa Francisco hizo un llamamiento a las «autoridades competentes locales e internacionales» para obtener la libertad de las personas secuestradas en zonas de conflicto.
Francisco recordó a los obispos ortodoxos secuestrados en Siria «y a todas las otras personas que, en zonas de conflicto, han sido secuestradas» tras el tradicional rezo del ángelus, seguido por numerosos fieles en la Plaza de San Pedro.