Por Miguel Abálsamo
El gobierno municipal siguiendo con la fiel costumbre de anuncios y promesas, cerrará el Hospital «José Irurzun» de Quequén por 90 días. La poca confiabilidad que ha sabido ganarse esta administración siembra más dudas que certezas. ¿Otro golpe a los quequenenses?
El hospital «José Irurzun de Quequén fue inaugurado el 10 de febrero del año 47, dependiendo del Ministerio de Salud Pública de la Nación hasta el año 1969, cuando pasa a la jurisdicción provincial, siendo municipalizado en el año 1979, por decreto Nro.1786 del Departamento Ejecutivo de Necochea, al dejar de pertenecer al distrito de Lobería y Quequén anexarse a Necochea, tras una decisión del gobierno militar de aquel entonces. El «Irurzun» fue hasta hace pocos años uno de los hospitales importantes del ancho espectro sanitario distrital y regional.
En las últimas horas la administración «molinista» anunció la decisión de cerrarlo por un plazo de noventa días con el objetivo de introducirle reformas y arreglos.
El día miércoles a las 13 hs. le fue comunicado esto al personal por el actual director del establecimiento, doctor Carlos Gallego, afirmando que desde el próximo lunes 2 de junio se cerrarán las salas de internación de clínica médica de hombres y mujeres, así como también la de cirugía, el motivo que se adujo es la realización urgente de mejoras edilicias, y por lo tanto la mayoría del personal será trasladado al hospital «Emilio Ferreyra» de la ciudad de Necochea para cumplir tareas.
En realidad hasta aquí uno debiera hacer pocas observaciones, todo natural. Nadie puede estar en contra al arreglo de un hospital.
Indagando más en profundidad y con la desconfianza que da esta administración (recordar promesa de nueva Terminal de Ómnibus, Avenida 75, falta de micros para transporte escolar, carencia de limpieza en la ciudad, Frente Marítimo marketinero pero inconcreto, futuro tarifazo en las tasas comunales en días más…etc…) uno empieza a dudar.
No sólo será trasladado el personal que cumple funciones en los sectores a reformar sino que se llevan también la gente de la central de esterilización, lavadero y gran parte de mucamas.
Debería contestar a esta situación el área salud de nuestra comuna.
Sólo quedarían funcionando los consultorios externos de diferentes especialidades y de pediatría en el turno de mañana, recordando que durante la gestión del alcalde Daniel Molina, además de la promesa incumplida de abrir la sala de maternidad, fueron mermando servicios de salud, ya no hay traumatólogo, urólogo, cirugía plástica ni pediatría de tarde.
También sobre esto debería responder el área salud.
Al indagar por parte del personal cuando comenzarían las refacciones se les contestó que todavía no sabían, pero la única forma que le autorizarían la posibilidad de reforma era cerrando dichos servicios. Una vez cerrado una parte del hospital comenzarían las gestiones para conseguir partidas de financiamiento, calculando unos noventa días.
Esto podría tildarse de improvisación, falta de precaución y dejar librado a la suerte el cuidado de la salud.
Primero cerramos el hospital o demolemos el corazón de la villa balnearia, después veremos si conseguimos dinero para el proyecto.
Si esto no es irresponsabilidad la irresponsabilidad donde esta.
Especialmente cuando se habla de obtener créditos, en un municipio insolvente, con deudas millonarias, proveedores sin cobrar, empleados que esperan en cuenta gotas le abonen horas extras y los aumentos prometidos tiempos atrás.
Dejaron ver también que con el traslado de personal desde «Irurzun» al » Ferreyra», ahorrarían bastante en horas extras y parte de ese dinero se destinaría a las obras en Quequén.
La otra pregunta que debería contestar el área salud y el alcalde pediatra es si hay un proyecto sólido al respecto o es fruto de la improvisación e imprevisión que caracteriza esta famélica administración de 24 millones de déficit.
¿Hay proyectos realizados por profesionales idóneos, ingenieros o arquitectos sanitaristas.
¿Cómo seguirá funcionando el hospital «Irurzun»?…
Quedaría sólo una enfermera para atender los consultorios de pediatría y vacunación, otra solamente para todos los consultorios externos. La guardia tendría una enfermera en cada turno (mañana, tarde y noche), apenas cuatro mucamas a la mañana y una a la tarde, quedarían choferes, administrativos y mantenimiento, durante la tarde habría una mucama, una enfermera, el chofer y el médico de guardia, durante la noche sólo el enfermero, el chofer y el médico.
¿Qué pasará ante una emergencia, donde haya que trasladar pacientes de urgencia?
Muchas veces la ambulancia del hospital «Ferreyra» esta ocupada y el chofer sólo no puede realizar traslados… ¿Cómo trasladarán a los pacientes…?
En algunos casos delicados suelen ser acompañados por el médico, otros por el enfermero, con el esquema nuevo ni el médico puede salir ni la enfermera puede hacerlo.
Cuando se suceda un hecho grave seguramente saldrán a explicarle a la sociedad, será demasiado tarde, tan tarde como reaccionaron para apagar el fuego que terminó con la vida de una paciente días atrás, situación que está en la justicia, esperando se expida la misma.
No puede ser que se lleve un familiar a un hospital para salvarle una vida y esta termine perdiéndola devorada por el fuego, sea por suicidio, descuido o lo que fuese. Es inconcebible en un hospital público.
Para este gobierno es mejor prometer que realizar. Por eso casi nadie cree, casi todos desconfían.
La promesa de cierre por refacciones en noventa días deja más dudas que certezas.
La maternidad del «Irurzun» también la cerraron por » refacciones» y nunca más se abrió.
Muchos temen una situación igual en este caso.
Esta administración castiga en salud donde más duele, en los sectores de más carencias, allí en Quequén, la eterna y olvidada Quequén, otra vez golpeada por el municipio local.
Es un momento para reaccionar, las fuerzas vivas, los gremios, los dirigentes de todos los sectores y fundamentalmente el habitante de Quequén.
SERÍA MUY BUENO UN ABRAZO SIMBOLICO AL HOSPITAL «Irurzun» CON TODA LA POBLACIÓN DEL DISTRITO ACOMPAÑANDO.
Con la salud no se juega, tampoco con los sentimientos de un pueblo.
Esta administración además de hacer agua por todos lados, ahora ha comenzado seriamente a fallarle la salud.