Por Horacio Castelli
Necochea tiene hoy necesidades urgentes que resolver y que superan a las autoridades municipales porque no se resolvieron en su momento y se convirtieron en estructurales.
Sin dudas la inseguridad es un tema a resolver en forma urgente, pero que ha tenido jalones a lo largo de los años que ha ido deteriorando la situación.
Desde la desaparición de Adriana Celihueta hace años y que aún no se ha resuelto; la venta de efectos robados y la presencia cada vez más notoria del consumo de estupefacientes, sin acciones efectivas que los combatan han ayudado a que todo sea posible para los delincuentes.
La problemática que vive Necochea con respecto a la inseguridad no comenzó hace pocos años, viene de muchos años atrás y con responsabilidades claras.
Quienes han ejercido el poder político y judicial en los últimos 30 años han permitido por acción u omisión que el delito y la inseguridad crecieran en nuestro distrito.
¿Cuántas veces hemos escuchado entre susurros que tal o cual fiscal recibieron un llamado de algún político para que se cajonee una causa?
Y si hiciéramos un racconto de las causas que duermen su sueño eterno no nos alcanzaría esta editorial.
Pero no solamente podemos escribir sobre causas vinculadas a hechos delictivos que tienen características de robo o agresiones.
La cantidad de causas laborales que están inactivas es infinita y en muchos casos llevan casi 10 años detenidas. Eso también es inseguridad. Por que inclusive la mayoría de las denuncias de los trabajadores es contra empresas muy importantes de la ciudad, las que ejercen su influencia.
Una sociedad, donde quienes ostentan algún espacio de poder, lo utiliza para beneficio propio, es una sociedad que produce violencia desde la inequidad.
Estos párrafos pueden enojar a quienes desarrollan su labor en el Departamento Judicial de Necochea o en la Justicia Federal con asiento en nuestro distrito, pero es lo que se vislumbra. Lo que se percibe. Lo que se siente a flor de piel. Tendrán que analizar que es lo que está pasando y no ofenderse ante estas apreciaciones.
Es imposible avanzar en la resolución de hechos que preocupan a la ciudadanía y la tienen detrás de las rejas de sus domicilios, si antes no dejan los “poderosos”, de ejercer presión ante los organismos que deben investigar cada hecho.
Es imposible mejorar la calidad de vida de los ciudadanos de Necochea en cuanto a la seguridad si los responsables de dictar justicia, no se blindan ante estas presiones.
Es imposible que decline el delito en nuestro distrito si las fuerzas de seguridad comienzan a realizar un verdadero trabajo de prevención antes que acciones de represión.
Necesidades urgentes. Soluciones urgentes. Funcionarios serios.