Este jueves 22 a las 20 tendrá lugar la proyección de la película “El amor brujo” de Carlos Saura en el Auditorium del Centro Cultural de Necochea, calle 54 N° 3062, conducida por la profesora Ana Gabino y como continuación de la Temporada Lírica de Verano.
El ciclo incluye obras siempre vigentes en el repertorio de ballet y ópera, especialmente las que se destacan por su calidad.
El cine, especial integrador de valores estéticos, aporta producciones musicales excepcionales como las del laureado director español Carlos Saura, quien ha realizado varias películas relacionadas con las danzas españolas.
Entre ellas, “Suite Iberia”, (2005), con música de Isaac Albéniz, “Bodas de Sangre” (1981), inspirada en la obra de García Lorca, “Carmen” (1983) basada en la ópera de Bizet, y “El amor brujo” (1986), con la música de Manuel de Falla.
Estas últimas forman parte de la trilogía que Saura realizó junto con el gran bailarín y coreógrafo español Antonio Gades y el productor Emiliano Piedra.
“El amor brujo” es la más valiosa musicalmente ya que incluye toda la suite del ballet de Manuel de Falla, el más grande de los compositores españoles y uno de los más importantes del siglo XX.
El genial compositor andaluz (Cádiz 1876- Alta Gracia, Argentina, 1946), logró la fusión perfecta de la música popular con la música académica. El ballet “El Amor Brujo” es una obra maestra, maravillosa e imperecedera, en la que se unen el folklore andaluz, lo gitano y lo flamenco expresados en un lenguaje deslumbrante y moderno que funde esquemas y rompe tópicos. Falla consiguió alumbrar la esencia de la música española y llevarla al más alto nivel universal.
La película de Carlos Saura, con la coreografía de Gades, amplía el argumento del ballet de Falla y se le agregan escenas y canciones gitanas a la historia fantasmal de amor apasionado entre la joven viuda Candela y Carmelo.
Antonio Gades (Elda 1936- Madrid 2004) y Cristina Hoyos (Sevilla 1946) encarnan a los enamorados.
El talentoso bailarín de estilo inconfundible, elegante y profundo, sumado a la capacidad para abarcar apasionadamente todo el repertorio de la danza española, llevó al flamenco a su más alta expresión. Su compañera solista es también una estrella internacional de primera magnitud.
“El amor brujo” se filmó en estudio, como las otras películas de la trilogía flamenca mencionada, y tanto el vestuario como la escenografía son de un realismo que en principio parece del todo ajeno a la belleza exultante de Granada. Pero con el transcurrir de la trama, la sordidez se desvanece y se agigantan los personajes. Saura pretende que el paisaje no sea el protagonista.
El lujo es otorgado exclusivamente por el genial manejo de la cámara y el desempeño magistral de los artistas.
En realidad, nada tan valioso podría haberse realizado sin la maravillosa música de Manuel de Falla. En este caso, a cargo de la Orquesta Nacional de España dirigida por Jesús López Cobos, con la actuación de la cantaora Rocío Jurado. Una versión de excelencia difícil de igualar.