martes, noviembre 26, 2024

Locales

Partículas de Quequén

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“Para poder ver hay que limpiarse los ojos de las telarañas que la civilización te va poniendo. Hay que intentar ver lo que no se ve. ¿Cómo son esas cosas que no se ven? Contradictorias, incomprensibles, horrendas, maravillosas y para poder verlas y recibir como son hay que despejar la mirada”. (Entrevista a Eduardo Galeano.)

Partículas de Quequén es una muestra de artistas quequenenses (escritores, pintores, coleccionistas y sus posibles y maravillosas combinaciones). Son partículas nuestras, partículas de nuestra alma, partículas de paisajes de Quequén, partículas del mar (mar amado, amante, deseado y hallado mar), partículas de las olas susurrando sueños, partículas de ustedes y sus miradas que se depositarán aquí, como las partículas de arena que refugian a los pesqueros náufragos.

Partículas que integran esta muestra:

Pablo Hernán Pérez

Stella Maris Díaz

Susana Montolfo

Juan Pablo Santilli

Vanesa Colabella

Carlos Bonserio

Ely Battistella

María del Carmen González

Los susurradores

(Stella Maris Díaz y María del Carmen González)

La acción de susurrar es una irrupción poética que invita a detenerse un instante en este mundo para gozar de la palabra. Ese algo misterioso que esta entre la palabra y el silencio. A través del susurro en esa ceremonia íntima personal que sucede entre dos personas que se transmiten poesía. En la poesía las palabras, danzan, juegan y brillan. Es una experiencia poética para no perdérsela y para perderse en ella…. «Los corazones cercanos se hablan bajito, los corazones lejanos se gritan: Susurremos al corazón y acerquemos distancias».

Fundamentación:

Los susurradores son tubos de cartón que sirven para transmitir poesías o coplas que se recitan al oído. Un tubo de cartón, dos personas y un poema. Los elementos necesarios para trasportarse a lugares soñados, sin moverse del lugar.

Esa es la función de los susurradores de poemas, que susurran piezas literarias al oído de las personas por medio del “susurrador”.

Este arte surgió en Francia, cuando un grupo de artistas salió a las plazas a susurrar a los parisinos. Ellos preguntan al transeúnte si quiere escuchar y muchas veces les dicen que no, pero a la mayoría les encanta.

En el momento en que a la persona se le susurra en el oído la cara de éste va cambiando, es increíble, de la sonrisa a la meditación o al asombro.

La acción de susurrar es la pretensión de ralentizar el tiempo. Una irrupción poética en el espacio público invita a detenerse en este mundo apresurado para disfrutar de la palabra. Y dado que en esa ceremonia íntima se establece un vínculo lúdico entre el que susurra y el que es susurrado, la posibilidad de llegada aumenta, genera placer y enciende el deseo de tomar contacto con otros textos poéticos. Genera espacios para compartir y comprometerse comunitariamente. Propicia el dar y el recibir. Habilita la lectura. Invita al juego.

Partículas de Quequén (muestra)

Jamming Bar 502 nº 1.685 Quequén 07 al 15 Enero mientras esté  abierto el bar

UNICEN Parador cultural 508 nº 881 Quequén 29 de Enero al 8 de Febrero Jueves a Domingos 20 a 24 horas.