A contramano de lo que pasa en la Provincia, el Presidente de México, Enrique Peña Nieto, anunció la disolución de todas las policías municipales del país, en el marco de una serie de medidas para combatir el narcotráfico. ¿Los ciudadanos de Necochea tuvieron razón entonces al votar en contra?
En el medio de una fuerte crisis por la desaparición de 43 estudiantes, y en un contexto de desborde del narcotráfico en México, el presidente de ese país, Enrique Peña Nieto, anunció la disolución del cuerpo de Policías Municipales, que dan sus primeros pasos en la Provincia de Buenos Aires.
En ese país, las Policías Municipales están repartidas en 1.800 entidades y suman 170 mil agentes, una proporción bastante menor que la de Buenos Aires, donde se estima llegar a una primera camada de 15 mil en el corto plazo. Con su decisión, Peña Nieto busca integrar a esos efectivos en 32 cuerpos estatales para cerrar así ese capítulo de la seguridad en el país azteca.
“Esta reforma implicará un enorme reto presupuestal. Y por ello requerirá un proceso de transición administrativa responsable, que dé prioridad a las entidades con mayor urgencia de atención”, declaró Peña Nieto, a contramano de la iniciativa bonaerense, que da sus primeros pasos.
El dato fuerte sobre la situación de las Policías Municipales tiene que ver con que más de 2.500 agentes de esa fuerza han sido detenidos en ese país en los últimos 5 años. La fuerza es sometida a depuraciones a la manera de la Bonaerense de Arslanián desde los tiempos de Felipe Calderón, que gobernó el país entre 2000 y 2006.
Con el final anunciado de la Policía Municipal Mexicana, tal vez convenga tener en cuenta otro de los consejos del Legislador de la quinta, en torno a que “policías más pequeñas” son “más fácil de coptar por un negocio que maneja más de 300 mil millones de dólares en el año”.