martes, noviembre 26, 2024

Internacionales

EL MUNDO: Teherán denuncia presiones de EEUU

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Las actuales presiones políticas y económicas impuestas por los «enemigos de Irán» no tienen precedentes en la historia de la Revolución Islámica, dijo hoy el presidente iraní, Hassan Rohani, en referencia a Estados Unidos.

«Rendirse a las presiones de Estados Unidos no es una opción para Irán, pero seguramente hallaremos las soluciones», afirmó el mandatario un encuentro con un grupo de activistas políticos, a quienes contó el dramático momento que se vive en la República Islámica, afectada por las sanciones y la amenaza militar estadounidense.

Días pasados, Washington impuso nuevas sanciones a Teherán y reforzó su presencia militar en el Golfo.

En tanto los líderes del régimen comienzan a temer una ruptura entre los que quieren y los que se oponen a las negociaciones con Estados Unidos.

Hoy mismo la magistratura cerró el semanario reformista «Seda» (Voz), culpable de haber sugerido la apertura de negociaciones con el enemigo de siempre. Pero incluso Rohani, quien, junto a su ministro de Relaciones Exteriores, Mohammad Javad Zarif, sostienen firmemente las negociaciones con Estados Unidos que llevaron al acuerdo nuclear de 2015, ahora advierte que «rendirse a la presión de Estados Unidos no es una opción».

El motivo, sostienen él y sus leales, en este sentido unidos al ala más conservadora, es que es imposible confiar en Trump después de que abandonó ese acuerdo el año pasado, iniciando una escalada de sanciones que puso de rodillas a la economía del país.

Después de las medidas para bloquear las exportaciones petrolíferas, que garantizaban el 70% del ingreso de dinero iraní ganado, esta semana Estados Unidos impulsó otras sanciones a las ventas de productos metalúrgicos, que representan el 10% de las exportaciones.

Y al mismo tiempo anunciaron el envío al Golfo de nuevas fuerzas militares: el portaaviones Abraham Lincoln acompañado por un escuadrón naval, bombarderos estratégicos B-52 capaces de transportar armas nucleares, un barco anfibio, el Arlington y sistemas antimisiles Patriot.

La administración de Washington explicó la iniciativa con presuntas amenazas de un ataque inminente por parte de las fuerzas iraníes o de sus milicias aliadas -lideradas por el Hezbolá libanés y la Jihad islámica palestina- contra los intereses estadounidenses o de sus aliados.

Pero para el comandante de las Guardias de la Revolución iraní, general Hossein Salami, se trata solo de propaganda, porque a su parecer estos movimientos regresan en el marco de acontecimientos normales.

Lo que contribuye a mantener alta la tensión son las declaraciones que llegan hoy desde Israel: «Si hay una especie de choque entre Irán y Estados Unidos, no excluyo que Teherán pueda activar a Hezbolá y a la Jihad Islámica en Gaza o incluso intentar lanzar misiles desde Irán sobre Israel», dijo el ministro de Energía, Yuval Steinitz.

Un movimiento que evidentemente para Irán equivaldría a un suicidio. Y de acuerdo con el canal de televisión israelí Canal 13, fueron los servicios secretos del estado judío los que recientemente proporcionaron a los estadounidenses información sobre supuestas amenazas de ataques iraníes.

Pero la mayor incertidumbre está vinculada a las intenciones reales de Trump, que tal vez apunta a dividir el liderazgo iraní.

Justo cuando lanzó las últimas sanciones y anunció el refuerzo militar, el inquilino de la Casa Blanca afirmaba que no quería «hacerle mal» a Irán e invitaba a su gobierno a que lo llamara para iniciar las negociaciones.

La CNN informó que Washington incluso le dio el número del presidente a la embajada suiza, que se ocupa de los intereses estadounidenses en Irán, porque los dirigen a los líderes del país.

La ola de ironía de los iraníes en las redes sociales es inevitable: «¿Por qué no telefonea él, ya que gana en dólares?», preguntó un usuario al referirse al colapso del rial, la moneda nacional, que solo en 2018 perdió el 60% de su valor. (ANSA).